Isabel Pantoja

Isabel Pantoja: «Me estoy intentando recuperar psicológicamente»

Isabel Pantoja se rió, se emocionó, preparó un gazpacho y cantó en directo en la entrevista que le hizo Pablo Motos en «El Hormiguero 3.0»

Pablo Motos e Isabel Pantoja, ayer en la despedida del programa
Pablo Motos e Isabel Pantoja, ayer en la despedida del programalarazon

Isabel Pantoja se rió, se emocionó, preparó un gazpacho y cantó en directo en la entrevista que le hizo Pablo Motos en «El Hormiguero 3.0»

Apareció vestida de negro –camiseta de lentejuelas, un pantalón ajustado y unos zapatos con un tacón que sólo pueden llevar los que no tienen vértigo–, pero no de luto. Al revés, pocas veces se ha visto a Isabel Pantoja tan sonriente y manejándose con naturalidad en un plató como sólo ella sabe hacerlo. Sabía que tenía que dar lo mejor de sí misma en esta entrevista exclusiva, y gratis total, y no decepcionó. No pronunció la palabra cárcel –se refugió en el eufemismo al decir: «Cuando salí de aquel lugar de cuyo nombre no quiero acordarme...»– pero sí que afirmó que habían sido dos años «difíciles, intensos, dolorosos de los cuales estoy intentando salir psicológicamente a través de las canciones y de mi trabajo. Todo lo que he hecho durante más de cuarenta años».

La sonrisa no le desapareció del rostro, aunque no faltaron las ocasiones en las que se emocionó. Concretamente cuatro: cuando habló de su madre, al conversar con su hijo Kiko, al recordar a Juan Gabriel y al comentar cómo está una de sus confidentes, su perrita Sisi. Pablo Motos le hizo una entrevista donde sí que se habló de su pasado reciente, incluso de Julián Muñoz, eso sí, sin nombrarle y, sobre todo, de su nuevo disco: «Hasta que se apague el sol».

Tiempo para pensar

Tras admitir que estaba un «poco nerviosa», Pantoja afirmó que le iba muy bien, «estoy mejorando día a día», para después deshacerse en elogios con el programa. «Un beso mamá, te amo. Seguro que me está viendo toda mi familia, mi madre querrá hasta tocarme». Se refería a doña Ana, con la que tiene una relación más que intensa, ya que le llama cada una hora y media o dos cada día, más aún si está de viaje para que se quede tranquila. «Y sí, me habla como si tuviese cinco años, seré su niña hasta que me muera, aunque quiero irme antes que ella. Los que se me fueron, mi padre y Paco, ya están ahí y me cuidan», dijo emocionada. La tonadillera precisó que en los últimos tiempos le había dado mucho tiempo para pensar, «de lo bueno, de lo malo y de lo regular», hasta llegar a una conclusión: «Señores, lo más importante es la salud, la de aquí y la de aquí» refiriéndose al cuerpo y a la mente, de la que comentó que «está a medio camino».

Y llegó el momento de hablar de «Hasta que se apague el sol», cuyos temas han sido compuestos íntegramente por Juan Gabriel. Fue otro de los instantes en que respiró hondo, aunque se le entrecortara la voz, para no derramar ninguna lágrima. «De los dos palos que he tenido, su fallecimiento ha sido el tercero. Le admiraba mucho y estaré eternamente enamorada de él». No así de otros hombres. Aunque cuando Motos le preguntó si tenía el corazón abierto para otro amor bromeó diciendo «¿dónde está la puerta?», después aseguró que tenía su corazón tan lleno que no había hueco «para ese tipo de amor. De momento, porque no se puede decir de este agua no beberé». Si alguno tiene intenciones de cortejarla, dejó dos pistas: debe tener una dentadura perfecta y unos zapatos tan limpios que se pueda comer en ellos.

«El Hormiguero 3.0» le preparó una sorpresa: una conversación telefónica con su hijo Kiko que, por supuesto, le declaró su devoción, que fue respondida por ella al subrayar que el éxito de su hijo «tiene mucho mérito. Los apellidos Rivera Pantoja le venían de serie pero ya tiene dos discos de oro y lo ha hecho él solito». Su hija Isabel tuvo menos protagonismo en la conversación.

Sobre su relación con los paparazzis... a ratos, gracias. «Hay días que lo llevas mejor, pero cuando te hacen preguntas para cabrearte me exalto demasiado». Motos le recordó cuando le dijo a una joven periodista una de sus frases míticas: «Cómprate una vida». La artista se justificó pero también afirmó con contundencia que «ya no tengo miedo a mis respuestas, lo que me da miedo es lo que preguntan ellos». Bromeó con Trancas y Barrancas, vivió un momento Arguiñano al preparar un gazpacho y cerró la noche cantando uno de los temas de su último disco. Coqueta como ella sola, se cambió de vestuario para aparecer con un vestido rojo en la que fue la noche en la que Isabel Pantoja se reconcilió con un plató de televisión.