«Happy Valley», la última joya de la corona británica

Canal+ Series Xtra estrena mañana la ficción ganadora del Bafta a la Mejor Serie de Televisión en 2014.

Mañana, Canal + Series Xtra estrena «Happy Valley», producción ganadora del Bafta a la mejor serie de televisión en 2014. El galardón no es fruto de la casualidad. Incluso podría decirse que es escaso. Porque la serie de la BBC, que regresará en 2016 con una nueva temporada, es una producción brillante y conmovedora, que cuenta además con uno de los mejores personajes femeninos que ha dado la pequeña pantalla en los últimos años, Catherine Cawood.

Magníficamente interpretada por la inglesa Sarah Lancashire, Cawood es la sargento de la Policía Local de la ciudad de Happy Valley. Pero la denominación llega cargada de ironía, ya que la localidad es un lugar en el que cada día hay que hacer frente a las más diversas penurias, provocadas por el vandalismo y el tráfico de drogas. Cawood ha sufrido mucho a lo largo de su vida, pero trata de tapar ese dolor ocupándose de los demás, ya sea en su trabajo o en su vida personal.

«Thriller» policial

El espectador que decida asomarse a «Happy Valley» descubrirá muy pronto quién es Catherine Cawood. Ella misma le cuenta su situación personal a un joven al que intenta convencer de que no se prenda fuego. «tengo 47 años, estoy divorciada, vivo con mi hermana, que se está recuperando de la adicción a la heroína. Tengo dos hijos mayores, uno está muerto, el otro no me habla, y un nieto».

Arranca así la historia de una mujer que trata de ser fuerte a pesar de las circunstancias. Una historia al estilo inglés, en la que no faltan los paisajes con cielos nublados y los giros llegan con crudeza. Catherine se hace cargo de su nieto, porque su hija se suicidó poco después del parto. Las mismas razones por las que se divorció de Richard, un reportero del periódico local con el que continúa manteniendo una buena relación. Por si la vida no fuese suficientemente complicada, Catherine descubre que Tommy Lee Royce, un joven estrechamente relacionado con su pasado, ha salido de prisión.

Pero no todo es drama en «Happy Valley» y la serie, cuya primera temporada se compone de seis episodios, también recurre a la acción y el misterio. Todo comienza cuando Kevin Weatherill, contable que trabaja para el importante hombre de negocios de la localidad Nevinson Gallagher, decide pedirle un aumento. Porque para él la educación de sus hijas es lo primero, y su trabajo en la empresa no está siendo debidamente reconocido. Pero Nevinson no opina igual, además de temer que el resto de sus empleados hagan lo mismo.

Frustrado, Kevin se dispone a pasar un fin de semana en el campo con su familia. Pero el destino pone en su camino a un trío de delincuentes, entre los que se encuentra el dueño del lugar en el que se alojan, Ashley Cowgill. Sin dudar demasiado, Kevin da rienda suelta a sus peores instintos y les insinúa que secuestrar a la hija de su jefe puede ser un negocio muy rentable. Lejos de descartarlo, Ashley le dice que lo estudiarán. La sorpresa llegará cuando el jefe de Kevin le proponga algo que solucionaría sus problemas económicos, y Ashley se niegue en rotundo a suspender el secuestro.

El destino de Kevin y sus voluntariosos secuaces está inevitablemente relacionado con el de la sargento Cawood. Pero hasta que ese momento llega, la mujer policía trata de hacer equilibrios entre un nieto que no deja de dar problemas, un ex marido que se empeña en invitarla a cenar, y una panda de delincuentes que insiste en poner a prueba su forma física. Y dedica su escaso tiempo libre a descubrir en qué agujero se ha metido el despreciable Tommy Lee Royce tras salir de la cárcel.

La garra de Catherine

Acompañando a Sarah Lancashire, en el reparto nos encontramos a Siobhan Finneran como su hermana Claire y al pequeño Rhys Connah en el papel de su nieto Ryan. Para interpretar a Kevin, el elegido ha sido el cómico inglés Steve Pemberton, en un trabajo por el que estuvo nominado a varios premios. Al igual que Lancashire y James Norton, que da vida a Tommy Lee Royce.

La dramática y trepidante historia que cuenta es obra de una de las creadoras dramáticas de moda en la televisión británica, Sally Wainwright. Responsable de producciones como «Unforgiven» o «Last Tango in Halifax», Wainwright coincidió con Lancashire en esta última serie, y fue la intérprete que tenía en mente cuando creó el personaje de Catherine. Y la actriz cumple con las expectativas, tanto en los momentos en los que las fuerzas flaquean, como en aquellos en los que tiene que restar importancia a la marca que le ha dejado en la cara la patada de un delincuente.

La fortaleza, el carácter y el humor de Catherine hacen de ella una mujer de las que dejan huella en la pantalla. Lejos de darse por vencida en cualquiera de las facetas de su vida, tratará de afrontar las retos del destino mirando hacia delante y sin lamentos. Aunque también deberá preocuparse por controlar sus ansias y sus miedos, ya que, de lo contario, su mente puede jugarle una mala pasada. Esta complejidad, acompañada del buen trabajo de Lancashire, contribuye a reafirmar el buen momento por el que pasan los personajes femeninos televisivos.