Libros

Brasil

Olga Viza: «Llevaba cromos a la F1 porque no sabía qué cara tenían los pilotos»

Olga Viza: «Llevaba cromos a la F1 porque no sabía qué cara tenían los pilotos»
Olga Viza: «Llevaba cromos a la F1 porque no sabía qué cara tenían los pilotos»larazon

Olga Viza se confiesa una enamorada de internet y siempre se pregunta por qué no habrá nacido 15 años más tarde. Ahora va “con la memoria en el bolsillo”, pero recuerda con nostalgia cuando cubría un mundial de Fórmula 1 y llevaba cromos porque no sabía qué cara tenían Patrick Tambay o Alan Jones.

Debutó en el mítico espacio “Polideportivo” de TVE en 1978 cuando aún no había finalizado sus estudios y desde entonces su nombre ha estado ligado al periodismo deportivo en televisión, donde ha cubierto juegos olímpicos y mundiales, y narrado todo tipo de disciplinas deportivas, como motociclismo, golf, fútbol y ajedrez.

“Hacer deportes en Televisión Española era fantástico. Teníamos todos los derechos, todo el público, todas las ganas”, reconoce en una entrevista con Efe la periodista que actualmente firma sus entrevistas en el diario Marca.

Asegura que nunca se ha sentido discriminada por ser mujer, aunque admite que estaba más preocupada en aprender que en sentir que era una de las primeras féminas en una redacción de deportes.

PREGUNTA: Hace 30 años no era habitual que una mujer se dedicara al periodismo deportivo. ¿Qué le llevó a dedicarse a ello?

RESPUESTA: Me llevó un compañero de la facultad. Yo no quería ser periodista, de siempre quería ser médico, pero cuando tuve que decidir, me apunté a Periodismo, muchos amigos míos se habían apuntado. A mi lo que me gustaba era escribir, coger las cámaras, jugar a hacer programas de radio desde la ventana de mi casa, pero nunca me lo planteé como una profesión.

Una vez en la facultad, pensé que quería ser corresponsal de guerra... Yo qué sé, no sabía nada. Y un día, mi compañero de pupitre, Lluis Remolí, que trabajaba en TVE en Miramar en el programa “Polideportivo”, me dijo que había una plaza y que por qué no iba. No me presenté y al día siguiente me dijo que un director me estaba esperando. Fui ese día, y no solo me quedé, sino que aquel director es uno de mis grandes amigos. Todo ha sido un poquito rodado...

P: Quince años en TVE y once en Antena 3. Televisión pública y privada. ¿Hay diferencia a la hora de desempeñar su trabajo? ¿Se reciben más presiones en una que en otra?

R: En TVE nunca hice información política, la hice en Antena 3, que fue cuando di el salto de la información deportiva a la general. Yo no he vivido la redacción de informativos de la pública y deportes es muy distinto. Hacer deportes en TVE era fantástico, lo teníamos todo, todos los derechos, todo el público, todas las ganas y todas las locuras innovadoras.

P: ¿Alguna vez en el trabajo se ha sentido discriminada por ser mujer o ha tenido que trabajar más que un hombre para estar dónde está?

R: En TVE hice deportes y no tenía la sensación de estar subida a ningún rompehielos. En aquella redacción ya estaban Teresa Aranda, Rosa Mª Garriga, y en Madrid Mari Carmen Izquierdo y Mª Antonia Martínez. No me fijaba en eso, estaba más preocupada en aprender que en sentir que era una de las primeras mujeres. Es verdad que a veces algunos ojos asombrados te lo recordaban, pero yo para eso era muy decidida.

Creo que he tenido mucha suerte. Lo importante era con quien trabajabas, y aunque igual había gente que tenía que pensárselo dos veces, trabajabas con gente joven, muy novedosa, incluso los grandes maestros que estaban allí, lo entendieron de una manera natural. Yo empecé escribiendo textos al presentador, cortando teletipos y llevándoselos al presentador, pero igual que lo hacía otro tío que había empezado conmigo, no había ninguna diferencia.

P: ¿Qué opinas de esos periodistas que tratan con servidumbre y pleitesía a los jugadores y equipos, del periodismo de camiseta?

R: En el mundo del periodismo hay gente que no engaña y te dice que es periodista de un determinado equipo. Es una opción más en una profesión que se ha atomizado en muchas partículas, pero si hablamos de la esencia del periodismo, hablamos de honestidad. A mí me lo enseñaron y creo que siguen enseñándolo. La imparcialidad no existe, pero hay que escribir con una fidelidad absoluta a los hechos. Luego, puede haber camisetas, y no está mal que convivan porque todo el mundo elige. Yo no quiero criticar a quienes lo hacen, es más, a veces visito esos territorios, pero creo que la esencia del periodismo es un ejercicio de honestidad y de pegarse a los hechos. Y no hay más.

P: ¿Cree que se ha perdido esa esencia?

R: Creo que estamos ofreciendo más opinión que información en muchos órdenes. En lo audiovisual, sobre todo, la opinión lleva implícito también el entretenimiento. Y desde que se ha descubierto que discutir a gritos es mucho más divertido de ver y oír que un buen debate con análisis, nos hemos lanzado a lo que tiene una audiencia más inmediata. Girar en torno al conflicto y ser tú espectador de eso, reconozco que tiene un poder de atracción bestial. Pero no puede ser que haya sólo de una cosa.

P: Un vínculo demasiado fuerte entre periodista y deportista ¿puede ser contraproducente?

R: O de periodista con político, de cantante con crítico o de actor con crítico de cine. Siempre hay que tener distancia, es verdad que si tu eres amigo, por ejemplo, de Novak Djokovic y conoces bien cómo piensa, cómo ha entrenado, no es tan comprometido el momento en que tienes que juzgarle, ya que tienes más datos. Pero es muy importante siempre tener un muro de distancia que no tenga una implicación personal, que no seas incapaz de quitártela de encima cuando escribes o cuando hablas.

P: ¿Cree que los periodistas deportivos son más estrellas ahora que antes? ¿O el medio audiovisual influye más?

R: Eso lo lleva implícito la tele. No creo que de repente nos hayamos inventado una profesión, sino que la tele tiene esa capacidad. También es verdad que hay periodistas de enorme personalidad, que son líderes de opinión y ocurre también en el periodismo político. Hay periodistas estrella muy justificadamente porque son ‘tipos o tipas’ que tienen una capacidad de penetración importante.

P: ¿Cómo ha cambiado Internet el periodismo deportivo?

R: Siempre me pregunto por qué no habré nacido yo 15 años más tarde. Si me apuras, incluso 25, porque ya sería con Twitter... Yo sé lo que es eso. Cuando vi por primera vez un ordenador en una redacción, me lo apoderé, pareció que había descubierto la pólvora... Soy una enamorada de Internet.

La primera vez que me dijeron que tenía que ir a entrevistar a Severiano Ballesteros, tenía que ir a la hemeroteca para saber quién era, o a Juan Torena o a Alain Prost...

Yo me he ido un año a hacer el mundial de Fórmula Uno y me acuerdo perfectamente de esta que te está hablando en el circuito de Brasil con los cromos. Es decir, con fotos, porque yo no sabía quiénes eran esos pilotos, qué cara tenían Jean-Pierre Jabouille, Patrick Tambay o Alan Jones. No lo sabía. Con internet te vas aprendido. Es más, te vas con la memoria en el bolsillo. Es una maravilla. Soy muy partidaria de eso.