Seguridad Vial

Conducir deshidratado provoca los mismos errores que hacerlo tras beber alcohol

Este viernes comienza oficialmente la primera 'Operación Salida' de este verano y con ella, los largos viajes en coche que los conductores deben realizar en condiciones óptimas, sin olvidar mantener una correcta hidratación, ya que una persona deshidratada comete los mismos errores al volante que un conductor bajo los efectos del alcohol según un estudio realizado por la Universidad de Laoughborough y la European Hydration Institute (EHI). Según la investigación 'Deshidratación y Conducción,' realizada en Reino Unido, la falta de hidratación lleva a que los conductores cometan el doble de errores que con una hidratación correcta. El miembro del Comité Científico Asesor del EHI, el profesor Lluís Serra-Majem, ha afirmado que la hidratación es esencial porque "cuando tenemos un adecuado equilibrio entre los líquidos que hemos ingerido y los que hemos perdido, todas las células funcionan en estado óptimo y por tanto, todos los mensajes de transmisión funcionan correctamente".

El consumo de agua es imprescindible y especialmente importante durante la conducción, ya que con una deshidratación leve, que supone la pérdida de entre el 1 y el 2 por ciento del agua de nuestro organismo, se reduce notablemente la capacidad física y cognitiva y pueden aparecer problemas cardiovasculares y termorreguladores. Cuando la pérdida llega hasta el 4 por ciento aparecen síntomas como dificultades para concentrarse, dolor de cabeza y somnolencia, que pueden agravarse si progresa la deshidratación.

Los errores más comunes cometidos por los conductores que no están bien hidratados o que tienen un nivel de alcohol en sangre de 0,8 g/l son la salida involuntaria del carril, frenar demasiado tarde y salir, tocar o rebasar la línea del arcén. Serra-Majem ha explicado que la deshidratación "disminuye la capacidad de atención y de reacción ante un imprevisto, sobre todo cuando hacemos una conducción aburrida que requiere poca atención en una autopista a una velocidad moderada".

Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el año pasado hubo un aumento de 5,5 millones de viajes de largo recorrido por carretera, una cifra que muestra la importancia de que los conductores tengan unas condiciones óptimas antes de ponerse al volante. Muchos de estos conductores prefieren no beber durante el viaje para evitar las visitas al servicio, aunque lo ideal es hidratarse adecuadamente durante las paradas. Además, durante el verano, las altas temperaturas, la humedad y el abuso del aire acondicionado también favorecen la pérdida de agua por la sudoración. El profesor Lluís Serra-Majem ha señalado que es especialmente importante hidratarse "por la mañana cuando cogemos el vehículo y nos ponemos al volante, y mantener estas tomas de líquidos durante todo el día si vamos a conducir".

La cantidad de líquido que se debe consumir varía según la persona e influyen factores como el calor, la dieta, el tipo de vida, la edad y la actividad física. Serra-Majem ha destacado que "parar para beber cada dos horas es una recomendación adecuada, un vaso de agua o una bebida equivalente". Desde el EHI, el profesor Lluís Serra-Majem ha resumido sus recomendaciones en cuatro consejos básicos:

Realizar una ingesta de líquidos adecuada. El consumo de agua se puede combinar con otras bebidas como los zumos, la leche, los refrescos, el café y el té, que contienen más de un 85 por ciento de agua y constituyen una importante fuente de hidratación.

Elegir bebidas con cafeína para combatir el cansancio. El café y las bebidas con cola pueden ayudar a mantenerse despierto, aunque siempre hay que controlar el aporte calórico. El profesor Serra-Majem ha explicado que "cuando incorporamos cafeína, como en el caso de un café, mejora la atención y el rendimiento, sobre todo el intelectual, no tanto el físico".

Parar cada dos horas. Durante un viaje de largo recorrido se recomienda realizar una parada cada dos horas para estirar las piernas y reponer líquidos, "muy especialmente si se tiene sed, aunque no es aconsejable esperar a tenerla para beber".

Examinar la orina. La orina de una persona bien hidratada muestra un color amarillo claro, mientras que si es más oscura puede indicar que estamos levemente deshidratado.