Almonte

Doble crimen de Almonte: No todo está escrito

El jurado declaró no culpable al único acusado de los asesinatos de un padre y su hija en 2013. Mañana la acusación presentará una apelación para pedir nulidad del veredicto

Una de las pruebas del doble crimen de Almonte, en Huelva
Una de las pruebas del doble crimen de Almonte, en Huelvalarazon

El jurado declaró no culpable al único acusado de los asesinatos de un padre y su hija en 2013. Mañana la acusación presentará una apelación para pedir nulidad del veredicto.

No culpable. Así consideró el jurado popular el pasado 6 de octubre al hombre acusado de asesinar a una niña y al padre de ésta en Almonte (Huelva) en abril de 2013. Era el ex amante de la madre. Pero tanto ella como otros familiares de las víctimas no tiran la toalla. «El martes vamos a presentar un recurso de apelación para pedir la nulidad del veredicto y de la sentencia», explicó a este periódico Luis Romero, abogado penalista y doctor en Derecho. «Vamos a solicitar que se vuelva a repetir el juicio con un nuevo jurado popular y otro presidente del tribunal», añadió el letrado del Bufete Luis Romero Abogados, que representa ahora las dos acusaciones contra el ex amante: la de Marianela Olmedo, la madre de la pequeña de ocho años y la de los padres del fallecido Miguel Ángel Domínguez, padre de la menor, asesinados en su casa de 151 puñaladas.

«El veredicto tiene muchos errores de incongruencia o inexactitudes», asegura el abogado, que alegará la falta de motivación del veredito y la falta de concreción de los elementos de convicción del mismo. «Dicen, por ejemplo, que unos testigos afirmaron tal cosa y no lo dijeron. En concreto, hay un testigo que manifiesta que no recuerda verlo en un lugar, y dicen que no lo vio salir, que es distinto. Después dicen, por ejemplo, que Marianela lavaba las toallas con detergente y lejía, algo que han ratificado dos empleados del hogar
–las toallas son una de las pruebas, ya que después del ataque el asesino limpió el cuchillo y se lavó las manos en ellas aunque llevaba guantes–. Entonces dicen que no se pueden tener en cuenta los testimonios de Marianela porque está incapacitada. E incapacitada no está, lo que tiene es un cuadro ansioso-depresivo por lo que le ha ocurrido. Y después, dan por bueno el testimonio de Marianela cuando dice que vio sobre las 22:10 horas al acusado. Incongruencias como ésa hay muchas. Otro ejemplo es que equiparan el informe de ADN hecho por el Instituto Nacional de Toxicología, que es oficial, con un informe privado de un perito, que por muy conocido que sea el profesional no deja de ser privado. Y dicen que no se ponen de acuerdo los peritos», enumera.

El abogado confía en que todo eso y mucho más le permita hacer un «ataque frontal contra el veredicto que ha sido arbitrario y carece de rigor, ya que la duda razonable que se ha expuesto en el mismo debe tener un mínimo fundamento y argumentación sin que pueda existir incongruencia, y esa exigencia jurisprudencial no se ha respetado». Romero recuerda que «antes del fallo tanto las acusaciones, como la defensa y el público pensaban que el veredicto iba a ser de culpabilidad dados los indicios de criminalidad existentes antes del juicio que habían sido el fundamento principal para denegar la libertad provisional –del que fuera el acusado– hasta seis veces por parte de la Audiencia Provincial así como por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía».

Nada más conocerse el veredicto y de que la magistrada presidenta del tribunal, Carmen Orland, dictase sentencia absolutoria y decretase la puesta en libertad del que fue el único acusado del doble crimen de Almonte, este periódico consultó a la Guardia Civil de Huelva si iban a investigar a otros sospechosos y, tras asegurar que toda prueba nueva se analizará, explicaron que para ellos el principal sospechoso seguía siendo el mismo.