Educación

Los estudiantes españoles suben nota en lectura

Los alumnos de 10 años comprenden mejor lo que leen que hace cuatro años pero aún están por debajo de la media de la OCDE. Los resultados repercuten a largo plazo en el progreso del país

Los estudiantes españoles suben nota en lectura
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Los alumnos de 10 años comprenden mejor lo que leen que hace cuatro años pero aún están por debajo de la media de la OCDE. Los resultados repercuten a largo plazo en el progreso del país.

«Macy quitó el cierre de la puerta de la jaula. La abrió y sonrió mientras una nube de gallinas salía en desbandada hacia el corral. Agitando sus plumas y cacareando, se prepararon para comer los restos de cena que Macy había esparcido por el suelo...». El texto forma parte del cuento «Macy y la gallina colorada», de Prue Anderson, que los niños españoles de cuarto de Primaria (10 años) han tenido que leer para demostrar hasta qué punto son capaces de comprender las seis páginas que les pusieron encima del pupitre. Las conclusiones obtenidas en nuestro país y en otros 49 más en los que se han hecho las pruebas son el resultado del estudio internacional de progreso en compresión lectora PIRLS, el equivalente al reputado informe PISA, aunque, en este caso, para Primaria. Ha sido realizado por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA) y la información que aporta es muy valiosa en la medida en que es en Primaria cuando un alumno asienta las bases de su conocimiento y es en cuarto curso cuando un niño deja definitivamente de aprender a leer para aprender leyendo. ¿El resultado? España progresa adecuadamente, aunque necesita mejorar en la medida en que, a nivel general, estamos por debajo de la media de la OCDE. La buena noticia es que los estudiantes españoles permiten constatar que España ha obtenido el segundo mayor crecimiento de la OCDE después de Australia, mientras que otros países de nuestro entorno, como Portugal, Francia y Alemania, han bajado su nivel. ¿En qué se traducen estos resultados? «Los niños españoles han avanzado lo equivalente a lo que se aprende en Lengua en un cuatrimestre», explica Ismael Sanz, director general de Becas y ayudas de Educación de la Comunidad de Madrid. Significa además que, entre 2011, el año en el que se hizo la última prueba de comprensión lectora, y la realizada en 2016, «los niños son capaces de leer cuentos más extensos y se enteran mejor de lo que se dice en ellos», añade. Pero la cuestión va más allá. Tener niños que son capaces de comprender mejor lo que leen supone que «en el futuro habrá menos abandono escolar porque está demostrado que los estudiantes que tienen un buen desempeño en las fases iniciales también lo tienen en el futuro». Y tener estudiantes con mejor rendimiento «en el futuro repercute en un mayor crecimiento económico del país y en una mejora del bienestar porque esos alumnos serán más productivos y desarrollarán empleos más cualificados», añade el experto. Sanz recuerda a Eric A. Hanushek, profesor de la Universidad de Stanford (EEUU), que defiende que el hecho de que los alumnos de un país mejoren cien puntos en evaluaciones tan prestigiosas como PISA, PIRLS y TIMSS, supone en el futuro una mejora de dos puntos en la tasa de crecimiento económico de un país. De ahí el valor de estos estudios internacionales.

El informe, no obstante, vuelve a poner de manifiesto las desigualdades autonómicas. Así, Madrid se encuentra a la cabeza de España en los resultados en comprensión lectora y nueve puntos por encima de la media de la OCDE, a la altura de EE UU, que ocupa el puesto número doce en el ránking de países. También están por encima de la media Asturias, La Rioja y Castilla y León.

El estudio revela que España ha logrado reducir a la mitad (3%) la proporción de alumnos rezagados (que no tienen los conocimientos suficientes para el curso en el que se hallan), un porcentaje que se sitúa un punto por debajo de la media de la OCDE y la UE. Sacamos ventaja en otro aspecto importante: el 56% de los niños afirma que les gusta mucho leer y tres de cada cuatro profesores en España (73%) declaran sentirse satisfechos con su profesión, un porcentaje que no es tan alto en el resto de la UE, donde el promedio es del 46%. En cambio, sólo tenemos un 6% de alumnos brillantes, un porcentaje bajo pero no extraño en un sistema como el nuestro, en el que lo que se busca, por encima de todo, es que ningún alumno se quede atrás pero no se potencia tanto al alumno brillante.