Uno de cada cinco diputados de las CC AA no tiene estudios superiores

Son nuestros políticos las personas mejor formadas académicamente para solucionar los problemas cotidianos? Esta cuestión, que a simple vista puede tener una respuesta afirmativa, a veces no lo es tanto. Siempre que se acerca una cita electoral y los partidos presentan a sus candidatos, el currículum de algunos de ellos destapa algunas «vergüenzas» académicas. El caso de Leire Pajín fue durante años el ejemplo perfecto de este problema. Pero a nivel autonómico también hay numerosos ejemplos. Prueba de ello es que casi dos de cada diez parlamentarios autonómicos no tienen estudios superiores. En concreto, 230 diputados autonómicos de los 1.218 totales (sin contar Ceuta y Melilla) tienen formación superior alguna, un 18,88 por ciento, mientras que un 81,2 por ciento sí la tienen, según consta en las fichas personales de sus señorías en las páginas web de los respectivos parlamentos autonómicos.

Por comunidades autónomas, es Extremadura la que encabeza el ranking de diputados sin licenciatura o diplomatura alguna. De los 65 diputados totales, 23 no tienen estudios superiores (un 35,3 por ciento). Le sigue Castilla-La Mancha, con un 26,5 por ciento de parlamentarios sin formación; en Navarra hay un 24 por ciento y en la Comunidad Valenciana un 23,23 por ciento. En el lado opuesto, son los diputados cántabros los que mejor formación tienen, dado que tan sólo tres de ellos no tienen formación universitaria. En este sentido, también destaca Canarias con sólo seis parlamentarios sin estudios (10 por ciento); Cataluña (14,8 por ciento) y Madrid (15,5 por ciento).

Sobra decir que entre los 230 diputados autonómicos sin formación, habrá quienes tengan los conocimientos y aptitudes necesarias para velar dignamente por el interés público. Y viceversa, que de los otros 988 restantes que sí tienen formación, habrá quienes no respondan a lo que se espera de ellos. Pero el baremo formativo es un buen indicador de la falta de capacidades de algunas de sus señorías. Así, hay tres motivos principales por los que algunos diputados no tienen formación: primero, que hayan comenzado los estudios universitarios y no los hayan acabado en el pasado (el caso del ex lendakari Patxi López, o Joseba Egibar, del PNV); segundo, que hayan estado inmersos desde muy jóvenes en el ámbito empresarial, (María Begoña Martín, PP de Madrid) o que hayan estudiado grados medios o Formación Profesional, como por ejemplo el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas. Por supuesto, hay quienes directamente no han ido más allá de los estudios básicos. Y ahí, la cara más conocida es el ex ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ahora diputado del PSC en el Parlament, que reconoció que sólo acabó el ciclo de estudios hasta el nivel secundario.

Por partidos políticos, el PP es el que menor número de diputados sin formación tiene en relación al número total de parlamentarios en España. Así, cuenta en sus filas con 93 diputados sin formación de los 528 totales, un 17,6 por ciento. Le sigue muy de cerca CiU, con 9 diputados sin estudios superiores de 50, y el PSOE, que tiene otros 77 de 363 diputados sin formación, lo que representa un 21,21 por ciento. En el lado opuesto se encuentran Bildu, Izquierda Unida y el PNV. Los abertzales, con 28 parlamentarios repartidos en el País Vasco y Navarra, tienen 8 de ellos sin estudios superiores, lo que representa un 28,5 por ciento. Y en cuanto a la formación de Cayo Lara, de los 47 diputados autonómicos que tiene en la actualidad, 13 de ellos no tiene formación (un 27,65 por ciento. Por último, los nacionalistas vascos mantienen actualmente en sus filas a 6 de sus 27 diputados sin estudios universitarios.

Aunque en esta ocasión se han destacado los parlamentarios sin formación, son amplia mayoría los que sí cuentan en su currículum con una licenciatura o una diplomatura. Y muchos de ellos, con nota alta. Así, el ranking de profesiones que más predominan entre sus señorías autonómicas están los licenciados en Derecho (278 diputados), un 22,8 por ciento, seguidos de profesores y maestros. En concreto, hay 132 parlamentarios cuya profesión está relacionada con el ámbito educativo, un 10,8 por ciento. Otros 64 son licenciados en Medicina o Cirugía (un 5,2 por ciento), 54 tienen algún tipo de ingeniería (un 4,4 por ciento) y otros 31 son licenciados en Ciencias Políticas.