Sequía

El año hidrológico acaba con déficit de lluvia, lo que agrava la sequía

Finaliza con un estado entre «seco y muy seco» y una precipitación media de 550 litros por metro cuadrado, casi 100 litros por debajo de la media

Vista de un antiguo molino y otras antiguas contrucciones, del pueblo de San Cibrao (Viana do Bolo), que han emergido de las aguas del río Bibei por el bajo caudal que presenta
Vista de un antiguo molino y otras antiguas contrucciones, del pueblo de San Cibrao (Viana do Bolo), que han emergido de las aguas del río Bibei por el bajo caudal que presentalarazon

El año hidrológico concluye mañana con un 14 por ciento menos de lluvia de lo normal, lo que agrava la situación de sequía en toda España, en especial en el noroeste peninsular, donde las precipitaciones siguen muy por debajo de la media.

El año hidrológico concluye mañana con un 14 por ciento menos de lluvia de lo normal, lo que agrava la situación de sequía en toda España, en especial en el noroeste peninsular, donde las precipitaciones siguen muy por debajo de la media. El año hídrico (1 octubre -30 septiembre) finaliza con un estado entre «seco y muy seco» y una precipitación media de 550 litros por metro cuadrado, casi 100 litros por debajo de la media que es de 640 litros, ha avanzado a EFE Ana Casals, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)

De momento, -ha señalado Casals- el comportamiento del año «se encuentra en el límite de los dos estados» y habrá que esperar a las próximas lluvias en el norte peninsular para diagnosticar, de forma más precisa, el año que finaliza.

Para comprobar el alcance de esta sequía y según datos de la Aemet, el año hidrológico 2015-2016 acabó con un déficit de precipitaciones del 5 por ciento y tuvo un comportamiento normal.

En el conjunto de las comunidades con más carencia de precipitaciones, destacan, por su excepcionalidad, numerosas áreas del noroeste peninsular donde las lluvias están muy por debajo de la media,

En este contexto, Casals ha enumerado amplias zonas de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León y algunas zonas de Canarias occidental, zonas aisladas de Extremadura e interior de Andalucía, donde las lluvias se sitúan por debajo del 75 por ciento.

El ejemplo de este déficit es muy claro en Galicia: los últimos registros de la estación pluviométrica de A Coruña reflejan una precipitación, entre el 1 de octubre de 2016 y el pasado 26 de septiembre, de 677 litros por metro cuadrado, casi 324 litros menos con respecto a la media del periodo 1981-2010.

Otro caso similar ocurre en la estación de Santiago de Compostela/Labacolla donde la precipitación en el último año es de 911 litros por metro cuadrado, 855 litros por metro cuadrado menos que la media de los últimos 30 años.

De igual manera, en la estación de Valladolid se han recogido hasta el pasado 26 de septiembre 257,4 litros por metro cuadrado, 170 litros por metro cuadrado por debajo de la media en el periodo 1981-2010.

La sequía también se percibe en el estado de los embalses que se encuentran al 39,4 por ciento de su capacidad muy alejados de la media del año pasado (52,2 %), de la media de hace 5 años (56,8 %) y del último decenio (54,6 %), una escasez que no se producía desde el verano de 2006.

Las cuencas más precarias siguen siendo la del Júcar, una de las cuencas con mayor estrés hídrico de toda la Unión Europea, y la del Segura, donde los pantanos se encuentran a un 14 y 26 por ciento de su capacidad respectivamente, seguidas de la del Duero a un 32,7 %.

Ante la previsión meteorológica de un octubre escaso en lluvias y más cálido de lo habitual y la incidencia de la sequía, expertos consultados por EFE se han manifestado respecto a un hipotético corte de agua, los próximos meses, en el consumo humano.

Gonzalo Delacámara, director académico del Foro de la Economía del Agua ha explicado que, de momento, España está lejos de un supuesto corte al abastecimiento humano por una razón básica: la ley de agua española establece jerarquías de usos y en un supuesto de restricciones, el último uso en verse afectado sería el humano.

«No se puede alarmar a la población, de momento no existe un riesgo, hay que esperar», ha insistido Delacámara.

En la misma línea se ha expresado Juan Mateo Horrach profesor de la Universidad de las Islas Baleares quien no contempla la posibilidad de una España sin agua, y ha apelado a la obligación de la sociedad a ser eficientes en el uso del agua y no despilfarrar.

A su juicio, en un país avanzado como España el problema de la disponibilidad del agua no debería existir debido a que esta resuelto mediante el uso de desaladoras y aguas subterráneas entre otros, aunque otro asunto, sería el precio a pagar por ella. EFE