Eurobasket

El año perfecto del gran capitán

Felipe Reyes lo ha ganado todo en 2015 con la Selección y el Madrid. Referente dentro y fuera de la cancha. «Los valores que fomenta el baloncesto son los que hacen una sociedad mejor», dice

Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, entregó el premio a Felipe Reyes. En la imagen, Alfonso Ussía los aplaude
Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, entregó el premio a Felipe Reyes. En la imagen, Alfonso Ussía los aplaudelarazon

No todo tenía que ser bueno en sus 206 centímetros oficiales («204», dice él) de baloncestista y buen tío. «Voy a subir el micro (le llegaba al ombligo). Siempre pasa lo mismo», bromeó Felipe Reyes poco después de recibir el Premio Ussía a Personaje de Año, antes de dar su pequeño discurso. «Capitán de la Selección y del Real Madrid», lo presentó con admiración quien pone nombre a los galardones. Con esos dos equipos, el suyo y el de todos, Felipe ha vivido un 2015 inolvidable: lo que se podía ganar, lo ha ganado junto a sus compañeros. Con España: el Eurobasket, su tercer oro en esa competición, su sexta medalla continental. Con el Real Madrid: la Euroliga, la Liga Endesa, la Copa, la Intercontinental y la Supercopa. Títulos que se suman a un currículum espectacular que incluye, por ejemplo, un oro Mundial y dos medallas de plata en Juegos Olímpicos. Como capitán, además, fue el primero en levantar todos los trofeos. «Aunque éste es un premio individual, quiero hacerlo extensible al Real Madrid y a la Selección española», dijo el pívot entre sus agradecimientos. También, por supuesto, se acordó de sus entrenadores y de «los consejos» que le dieron; de los rivales, que le han hecho «ser mejor jugador»; y de los aficionados, «por mostrar su apoyo».

Con diez años, Felipe Reyes quiso seguir los pasos de su hermano Alfonso, como recordó ayer, pero con sus éxitos lo ha dejado muy atrás, para orgullo del primogénito. «Y lo que empezó como un juego se ha acabado convirtiendo en mi profesión y mi pasión. Pasé por todas las fases, pero ni en mis mejores sueños pensé que conseguiría todo lo que he conseguido hasta ahora», continúa un jugador muy querido al que «aplauden en todas las canchas a las que va», como recordó Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español y encargado de entregarle el premio. Porque la figura de este pívot va más allá de lo que sucede en la pista. «Es una persona a la que respeto, admiro y quiero», dijo Blanco. «No digo todo esto sólo por sus resultados. Los deportistas españoles son admirados en todo el mundo, son referentes sociales y Felipe es uno de estos representantes», añadió. «Éste es un premio para el baloncesto, pero valores como esfuerzo, sacrificio o trabajo en equipo son vitales en la formación de jugadores jóvenes y también los que hacen una sociedad mejor, que es lo que todos queremos», finalizó Felipe en su discurso.

Sabe de lo que habla, porque a base de pundonor ha logrado hacer frente a rivales que quizá tenían más talento que él. «Su destino lo marca su carácter, y él nunca se rinde», asegura Alejandro Blanco. Apenas dos meses después de cumplir los 35 años, el pasado mayo fue nombrado Jugador Más Valioso de la Liga, algo que había conseguido ya en 2009. En 2007 y 2013 fue el MVP de la final. Premios individuales que también dedicó al grupo. Cuando habla, se le escucha como todo un veterano. «Bonachón», lo definen quienes le conocen. Y es que a veces la cara no engaña...