Caso Marta del Castillo

El móvil del hermano de Carcaño le sitúa en la casa cuando murió Marta

No falleció a la hora que se dijo en el juicio: las 20:40, sino a las 20:28.

Las pizarras estuvieron colgadas durante años en el despacho de la jefa del grupo de Policía Nacional que llevaba la investigación
Las pizarras estuvieron colgadas durante años en el despacho de la jefa del grupo de Policía Nacional que llevaba la investigaciónlarazon

No falleció a la hora que se dijo en el juicio: las 20:40, sino a las 20:28.

Cinco imputados, tres absueltos, siete confesiones de Miguel Carcaño, dos sentencias que no coinciden en describir lo que ocurrió la noche en que Marta del Castillo fue asesinada, dos padres defraudados con la Justicia, cientos de horas de búsqueda y un cadáver que no aparece y al que ya nadie busca. A estas cifras se le suma una nueva hasta ahora desconocida. Dos pizarras, de apenas 20 euros cada una, que aglutinan los secretos de una de las más complejas investigaciones de los últimos años. Las dos estuvieron colgadas durante años en el despacho de la jefa del grupo de Policía Nacional que encabezó las pesquisas. Contienen claves que, a todas luces, pasaron desapercibidas para el fiscal y el abogado de la acusación particular. Cada línea contiene un dato trascendental, que, vinculado a otros del sumario, establece conclusiones certeras y puede ayudar a responder a las dudas que todavía hoy persisten. ¿Mató Miguel a Marta o asumió las culpas para encubrir a otro? ¿Quiénes estaban en León XIII a la hora de la muerte? ¿A qué hora se produjo el crimen? ¿Son justas las absoluciones de Samuel, Francisco Javier y María? ¿Quiénes participaron en la desaparición del cuerpo de la joven sevillana? ¿Quién limpió el lugar del crimen? Y la más importante de todas: ¿dónde está Marta?

Las pizarras del caso, mostradas en «Espejo Público», localizan espacial y temporalmente a los cinco imputados, Miguel, Francisco Javier, Samuel, «El Cuco» y María a lo largo de los días 24 y 25 de enero de 2009. Lo hacen antes del crimen, a la hora de la muerte, y en las horas posteriores. La primera conclusión de las pizarras aterra. La Audiencia Provincial de Sevilla estableció en el relato de hechos probados que Marta fue asesinada después de las 20:40 del sábado 24 de enero. Sin embargo, los apuntes de los investigadores desvelan una hora diferente. Queda reflejado en color rojo en la segunda línea de la primera pizarra. Dice así refiriéndose al teléfono de Marta: «Entrante: 20:28; 3 segundos; Posicionamiento León XIII; Llama Cristina. †». La cruz certifica el convencimiento de los investigadores: Marta ya había fallecido a las 20:28.

Para reforzar el dato hay que consultar los testimonios de la autora de la llamada. ¿Qué dijo Cristina del Moral en el juicio? «Llamé a Marta con asiduidad a partir de las 20:15. El teléfono daba señal, pero nadie lo cogía. Unos minutos después, pasadas las 20:20, me descolgaron y me lo colgaron y a la siguiente llamada me lo apagaron». ¿Y que contó Miguel? ¿Coincide con la versión de Cristina? En una de sus declaraciones afirmó: «Marta recibió una llamada a cobro revertido de Cristina. Al oírla la cogí. Lo tuve en las manos un poquito y luego se lo volví a colocar en el bolsillo».

¿Qué implica que la muerte de Marta ocurriese poco antes de las 20:28? Según las pizarras, a esa hora el teléfono de Francisco Javier, el hermano de Miguel, le situaba en León XIII, la escena del crimen: «Saliente: 20:30; 206 segundos (3:43 min); León XIII; a Mendaro»; ¿Qué contó Francisco Javier en el juicio? «Me desperté sobre las 19:30 de la siesta. Llamé a mi ex mujer, después me duché y me arreglé para irme. A las 20:00 o 20:30 escuché que entró alguien en la vivienda. Desde el baño le di una voz. Miguel acudió al baño. Hablamos poco (...). Cuando salgo del baño tengo una llamada perdida de María a la cual respondo y ella me pregunta si puede venir al piso a estudiar. Le dije que sin problema, pero que mi hermano acababa de llegar. María me dijo que si iba a estar Miguel, ella no iba. Yo no estuve en el piso más de diez minutos. Me fui rápido. En el salón me despedí de mi hermano. A María la llamé ya saliendo de la casa (20:41) y le digo que mi hermano iba a tardar poco y que no había ningún problema para que fuera a estudiar (...)». En este testimonio hay un agujero que pasó inadvertido en el juicio. Francisco Javier todavía está en el baño cuando habla con Miguel. Termina la conversación y llama a María, que le dice que quiere ir a León XIII a estudiar. En ese momento desconoce si su hermano va a tardar poco o mucho en irse del domicilio. Se lo debería haber preguntado, pero, según su declaración judicial, sólo vuelve a cruzar una palabra con él para despedirse en el salón. Sin embargo, justifica los más de dos minutos de conversación de las 20:41, saliendo de León XIII, diciendo que llamó a María para contarle que Miguel le había comunicado que tardaría poco.

Las pizarras revelan más secretos. Entre ellos un dato que, vista la absolución de Samuel Benítez, genera enorme desasosiego. Bajo el rotulo: «Horas sin posicionar» se puede leer: «Miguel, de las 21:24 a..., Samuel de las 21:24 a..., Cuco, de las 21:24 a..., Francisco Javier, de las 21.01 a...». ¿Una simple coincidencia o un plan coordinado? ¿Cuántas más revelaciones esconden las pizarras?