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El padre de Nadia confiesa que llevó a su hija a curanderos y no a Houston

Afirma que a lo largo del día de hoy devolverá más de 300.000 euros del dinero recaudado para ayudar a la menor

Fernando Blanco junto a su hija
Fernando Blanco junto a su hijalarazon

La Fiscalía ha abierto una investigación después de conocerse que utilizó la enfermedad de su niña para lucrarse. Sus cuentas bancarias han sido bloqueadas.

Fernando Blanco, el padre de Nadia, la niña con una extraña enfermedad que ha conmovido a todo el país, ha mostrado su arrepentimiento por lo sucedido, ha reconocido que exageró partes de la historia por temor a perderla y ha anunciado que devolverá los 305.000 euros recaudados a base de donaciones. Algo que será complicado, después de que el titular del Juzgado de Instrucción 1 de La Seu d'Urgell (Lérida) ordenara la inmovilización de sus cuentas bancarias.

Blanco entró en directo en el programa "Espejo Público"para dar explicaciones, pero su discurso fue errático, sólo reconoció que había mentido en algunas cosas e instó a los periodistas a esperar al miércoles para verles cara a cara y responderles a todas sus dudas. Preguntado por qué partes de la historia ha exagerado, ha señalado: "Que mi hija está muy enferma. Que está en riesgo de muerte. Esto dicen los médicos que no es verdad. Es una enfermedad de la piel, pero le afecta a otras partes del cuerpo". Sobre si viajó a Afganistán para buscar a un médico que vivía en una cueva, ha dicho haber estado en este país buscando a un médico, aunque ha admitido que el detalle de la cueva no es cierto.

Preguntado por el verdadero estado de salud de la menor ha dicho que "tiene una enfermedad rara que solo afectaba a la piel", y ha criticado que muchos médicos que la trataron ahora se han desentendido del caso. "No he contado nada falso, sólo lo he exagerado", añadió.

Además, ha admitido que fue condenado por la Audiencia Provincial de Palma a cuatro años de cárcel por haberse quedado con 120.000 euros de la empresa en la que trabajaba: "Eso es algo de hace 30 años y no tiene nada que ver. Es otra cosa diferente. No tiene nada que ver y tiene otras connotaciones", ha justificado.

Blanco lleva desde 2008 recorriendo medios de comunicación y platós para pedir ayuda para Nadia, una niña de 11 años que sufre tricotiodistrofia, una rara enfermedad de la que sólo hay 36 casos y, hasta ahora, sólo uno era mortal, el de la pequeña Nadia. Las consecuencias de esta dolencia son anomalías en el pelo, retraso en el desarrollo físico y mental, ictiosis, signos de envejecimiento prematuro y fotosensibilidad en la piel.

Durante todo este tiempo han sido muchas las personas que se han volcado con ella. Desde los vecinos de su localidad natal Fígols i Alinyà (Lérida), a personajes populares, instituciones equipos de fútbol... El caso volvió a la primera página de los medios después de que un contrastado periodista de "El Mundo"publicara un reportaje sobre su historia, una historia que, según ha reconocido blanco, ha exagerado. Pero fue efectiva porque en cuatro días, logró recaudar 150.000 euros. Días después, se confirmó que, a falta de que vuelva a dar explicaciones, es una gran mentira.

Con el paso de las jornadas y las investigaciones del diario "El País", el castillo de naipes se ha derrumbado. Y el padre de Nadia con él. Así, durante su intervención en el programa de Antena 3 tuvo que interrumpir su relato en varias ocasiones porque no pudo aguantar el llanto. Fernando había narrado que su hija necesitaba una operación urgente, en la que tenían que perforarle el cerebro y "reiniciárselo", una terapia novedosa que iban a realizar un equipo de los mejores especialistas del mundo que él mismo había reclutado para realizar la intervención en Estados Unidos, nada más y nada menos que en un centro dependiente de la NASA. El equipo estaba liderado por el doctor Brown, alguien que como se demostró después, no existe. También relató que viajó por todo el mundo con la niña en busca de una solución. Estados Unidos, Guatemala, Francia, Bélgica, Italia, India, Finlandia y hasta Afganistán, donde según su relato tuvo que llegar a una cueva, bajo un bombardeo para encontrar el especialista que le faltaba.

Blanco afirmaba que lo había vendido todo para buscar una salvación para su hija y que había gastado más de dos millones de euros. Además, indicó que sufre cáncer y que no se ha tratado para seguir cuidando de su hija. Sin embargo, todo su relato ha sido desmentido. No existe el médico de EE UU, no estuvo en una cueva, su enfermedad terminal no es tal y su hija no está en peligro de muerte inminente.

El defiende que simplemente es una exageración, pero que la gran mayoría de las cosas son ciertas. Pero ha perdido toda la credibilidad. La condena por estafa en 2010, tampoco le ha ayudado.

Abatido y con la voz temblorosa, dijo que había engañado a su mujer. Que en muchas ocasiones le decía a su mujer que viajaba a ver especialistas y en realidad acudía a un curandero. Es el caso de su intervención en el programa de 2010, en el que acompañado de su mujer, dijo que acababan de llegar de Houston. No era cierto. Tampoco las supuestas facturas que ha aportado en los últimos días para defender una historia tan increíble como dura.

Blanco pidió perdón una y mil veces y agradeció a los periodistas del programa -que protagonizaron un calendario solidario y se han implicado personalmente en el caso- todo lo que habían hecho por él. De hecho, Susanna Griso es la imagen que ilustra la página de Facebook de la asociación Nadia Nerea para la Tricotiodistrofia, una asociación que no está adscrita a la federación de Asociaciones de Enfermedades Raras (FEDER) y que ha servido de tapadera para recibir las donaciones.

A pesar de todo, el padre de Nadia defiende que la enfermedad de su hija es real y que dará todas las explicaciones necesarias. Parece difícil, pero Susanna Griso le dará la oportunidad de explicarse. Eso sí, sólo le exigió una cosa. Que no lleve a la niña.

El titular del Juzgado de Instrucción 1 de La Seu d'Urgell (Lleida) ha ordenado la inmovilización de las cuentas bancarias de Blanco y le ha solicitado que aporte "toda la información médica sobre la salud de la pequeña"para que sea examinada por un forense. El objetivo es acreditar la existencia de la enfermedad de la menor, que según el padre sufre tricotiodistrofia, y por otra la gestión del dinero aportado para su cura en las sucesivas colectas que ha hecho el padre.

El juez ha tomado estas decisiones instado por la investigación emprendida por los Mossos d'Esquadra, después de que varias informaciones señalaran como falso el relato sobre las operaciones de la menor a las que se destinaban las donaciones.