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La autopsia de la niña de Málaga revela que murió de un fuerte golpe en la cabeza

Lucía Vivar, una niña de tres años que desapareció anoche en la localidad malagueña de Pizarra, ha sido encontrada muerta junto a la línea ferroviaria de Cercanías.

La autopsia de la niña de Málaga revela que murió de un fuerte golpe en la cabeza
La autopsia de la niña de Málaga revela que murió de un fuerte golpe en la cabezalarazon

Lucía Vivar, una niña de tres años que desapareció anoche en la localidad malagueña de Pizarra, ha sido encontrada muerta junto a la línea ferroviaria de Cercanías.

Fueron horas de angustia, de nervios, de frustración... De vecinos recorriendo sin descanso los alrededores del pueblo malagueño de Pizarra en busca de la pequeña Lucía. A las siete de la mañana de ayer se conocía el trágico desenlace. Un operario avisaba de que había algo extraño en las vías del tren en Álora. Era el cuerpo de la pequeña. Se detenía la búsqueda y el país se conmocionaba.

La niña había estado cenando la noche del miércoles en la terraza del restaurante La Estación, situado en la explanada de la estación de tren de Pizarra junto a sus padres, Antonio y Almudena, y jugando con sus primos entre las dos puertas del establecimiento. Alrededor de las once de la noche se la perdió de vista. El único rastro que encontraron era su chupete tirado en el suelo.

En ese momento saltaron todas las alarmas y se daba aviso a las autoridades, al tiempo que todos sus conocidos se movilizaban para tratar de localizarla.

Unas seiscientas personas conformaron el dispositivo de búsqueda, activado en torno a la medianoche una vez avisado el alcalde de Pizarra, Félix Lozano, así como los responsables de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de la zona. A primera hora de la mañana se incorporó además a las tareas una unidad canina de la Guardia Civil especializada en desapariciones. En medio de la confusión inicial por la desaparición de la niña, un tío de la pequeña aseguraba en televisión que alguien podía habérsela llevado.

Fueron los agentes del Instituto Armado quienes recibieron la comunicación, por parte del personal del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), de que habían localizado el cuerpo. Los padres, que estuvieron apoyados en todo momento por un equipo de psicólogos, recibían poco después la trágica noticia.

En la tarde de ayer se conocía el informe preliminar de la autopsia entregado al juzgado de guardia de incidencias, el número 13 de Málaga, en el que se indicaba que el fallecimiento de la niña se produjo por «muerte violenta por traumatismo craneoencefálico severo», según informaron fuentes judiciales. Dicho juzgado ordenó la entrega del cuerpo de la menor a la familia, y será el de Instrucción número 10, que se encontraba en funciones de guardia de incidencias, el que se hará cargo de la investigación.

No obstante, ayer, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, avanzaba que la hipótesis del accidente era la que cobraba más fuerza. La pequeña pudo haberse desorientado después de haberse distanciado del restaurante en el que se encontraba. La menor se habría perdido, anduvo unos tres kilómetros por la vía del tren y, cuando se cansó, se quedó acurrucada o dormida junto a la vía hasta que un tren –el primero que circuló en la jornada de ayer en la línea ferroviaria por la que discurre el tren de cercanías– habría golpeado a la pequeña en la cabeza.

Ese convoy había partido de la capital a las seis en punto de la mañana y la veintena de pasajeros que viajaba en su interior tuvo que permanecer durante más de una hora en el interior del mismo. Una vez los agentes de la Guardia Civil acordonaron la zona en la que se halló el cadáver, los viajeros fueron conducidos a un autobús que les transportó al final de su destino.

El matrimonio y otros familiares de la pequeña Lucía se desplazaron hasta ese punto, en el que se produjo el levantamiento del cadáver por orden del juez de guardia pasadas las diez de la mañana. Los familiares recibieron durante toda la jornada de ayer asistencia médica y psicológica para asimilar lo ocurrido.

La menor, que era hija única, residía junto a sus padres en Alhaurín el Grande, de donde es Almudena, la madre, que trabaja en una gasolinera de este pueblo malagueño. El padre, Antonio, natural de Pizarra, donde tuvieron lugar los hechos, trabaja en el negocio familiar, dedicado a excavaciones industriales.

Los alcaldes de Pizarra, Álora y Alhaurín el Grande, Toñi Ledesma, Félix Lozano, y José Sánchez, mantuvieron en todo momento el contacto entre ellos, desde que trascendiera pasada la media noche la desaparición, y resolvieron celebrar la sesión plenaria extraordinaria en la que se decretó el luto oficial y se acordó suspender todos los actos previstos hasta el próximo domingo en los tres pueblos.

Las banderas de los tres consistorios ondean desde primera hora de ayer a media asta en señal de duelo por el fallecimiento de la pequeña Lucía. Es el primero de los tres días de luto oficial decretados.

Fueron muchas las muestras de dolor por lo ocurrido que se sucedieron durante toda la jornada en las redes sociales, además de las del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido y, en Andalucía, de la presidenta de la región, Susana Díaz, y del líder de la oposición en el parlamento andaluz, Juanma Moreno, que expresaron su consternación tras conocer el fatal desenlace.

La misa y entierro de la niña tendrá lugar este viernes a las cinco de la tarde en el cementerio de Alhaurín el Grande, según confirmó la alcaldesa del municipio, Antonia Ledesma.