España se estanca en el nivel demográfico de posguerra

Por segundo año consecutivo se registran más muertes que nacimientos.

ace ahora un año, el «Movimiento Natural de la Población», publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), hizo saltar las alarmas: por primera vez desde 1939, año en el que finalizó la Guerra Civil, se registraron más muertes que nacimientos en nuestro país. Concretamente, 2.000 más. Ayer, el análisis del INE correspondiente a 2016 confirmó que España se ha estancado en los niveles demográficos de posguerra. Un año más, el saldo vegetativo vuelve a arrojar cifras negativas, si bien no tan acentuadas: 259 defunciones –de un total de 409.099– más que alumbramientos –408.384–.

¿Las causas? Básicamente, vienen señaladas en los indicadores utilizados por el INE. La principal es que, cada vez, nacen menos niños. Desde 2008, año en el que se batió el «récord» de nacimientos en 30 años –entonces, un total de 519.779–, el número de alumbramientos se ha reducido un 21,4%. Más a corto plazo, en 2016 nacieron un 2,83% menos de niños.

También continúa en descenso el número de mujeres en edad fértil –de entre 15 y 49 años–, una tendencia que se repite desde 2009. Entonces, esta franja constituían un total de 11,6 millones. En 2016, la cifra ha bajado un millón, hasta alcanzar los 10,6. Como recuerda el INE, se trata de un «rango de edades formado por generaciones menos numerosas, nacidas durante la crisis de natalidad de los 80 y la primera mitad de los 90». Mientras, el número de hijos por mujer se sitúa en 1,33, idéntica cifra que la de 2015 –la más baja hasta la fecha, de 1,27, se registró en 2013–.

Hay que apuntar asimismo que las españolas tienen sus hijos a los 32,5 años, subiendo una décima respecto al año anterior, lo que supone la edad media de maternidad más elevada desde que se tienen registros. Curiosamente, aquellas que son de nacionalidad extranjera los tienen casi tres años antes, a los 29,6.

El número de defunciones es, con el de 2015 –entonces 422.568– el más elevado de los últimos 40 años. Ahora bien, la tasa bruta de mortalidad –el número de defunciones por cada 1.000 habitantes– fue de 8,8, cifra inferior a la del año anterior –9,1–. La buena noticia es que continúa en descenso la tasa de mortalidad infantil –las muertes de menores de un año por cada 1.000 nacidos–: 2,6, el más bajo de la última década. De hecho, el INE señala que esta tasa se mantiene por debajo del umbral de 3,0 desde 2013.

Mientras, la esperanza de vida no deja de aumentar. Los españoles vivimos de media 83,2 años –80,4 los hombres, 85,9 las mujeres–, subiendo medio año la cifra de 2015. También se incrementa la esperanza de vida a partir de los 65 años: 21,3 –19,2 los varones, 23,1 las féminas–. Si fijamos la vista atrás, hace una década vivíamos casi tres años menos con respecto al día de hoy.

Por último, el análisis también recoge las cifras de nupcialidad. Los españoles se casaron un 2% más, hasta alcanzar la cifra de 172.243, la más alta desde 2009. La edad media del matrimonio continuó su tendencia creciente: los hombres se casan a los 37,5 años, mientras que las mujeres lo hacen a los 34,7. Del total de uniones, en un 15,2% de los casos uno de los cónyuges era extranjero, mientras que un 2,5% correspondieron a parejas del mismo sexo.