Enfermedades

Hepatitis A: Se multiplican por ocho los casos en un año

España es uno de los más afectados con un incremento del 700%, pero también crece en Europa.«Era una enfermedad casi irrelevante, pero el nuevo brote se relaciona con prácticas sexuales inseguras», alertan los médicos. El stock de la vacuna se ha roto

El responsable del Programa Mundial de la Hepatitis de la OMS, Marc Bulterys, durante su intervención.
El responsable del Programa Mundial de la Hepatitis de la OMS, Marc Bulterys, durante su intervención.larazon

España es uno de los más afectados con un incremento del 700%, pero también crece en Europa.«Era una enfermedad casi irrelevante, pero el nuevo brote se relaciona con prácticas sexuales inseguras», alertan los médicos. El stock de la vacuna se ha roto.

Un 694 por ciento es el porcentaje exacto de incremento de los casos del Virus de Hepatitis A (VHA) que se han notificado a 23 de julio de este año. Los casos acumulados en la misma semana del año anterior eran 374, mientras que en 2017 la cifra ha crecido hasta las 2.973 notificaciones. Es el último dato que recoge el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III y que supone que el número de afectados por este virus se multiplica por ocho. Si tenemos en cuenta los datos que recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS) de los países europeos, vemos como España es, con creces, el país más afectado por este brote, pero que también se están dando muchas más notificaciones en países vecinos como Alemania –con 1.149 en los primeros siete meses del año– o Italia, con 1.410. ¿A qué se debe este incremento de una enfermedad que casi había desaparecido de los listados?

«De acuerdo con los últimos datos que manejo, sólo en Madrid se registraron 800 casos entre junio de 2016 y el mismo mes de este año», afirma Luis Morano, presidente del Grupo de Hepatitis Vírica de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc). Y como se puede comprobar por los datos, «está afectando a diversos países europeos. El perfil es el de un joven de entre 15 y 44 años. Si nos ceñimos a los datos de Madrid, de los 800, 712 son hombres, mientras que sólo 68 son mujeres y en el 55 por ciento de los casos la transmisión es por vía sexual», sostiene el experto. Es la transmisión entre homosexuales lo que más preocupa a los expertos. «Predominan los casos que denominamos HSH (Hombre Sexo Hombre) y hemos comprobado que la misma cepa española coincide con la que se da en otros lugares de Europa como Alemania, Portugal, Holanda o Reino Unido. Es por ello que sabemos que se está extendiendo por prácticas sexuales, por una alta promiscuidad, ya que se dan prácticas en las que se reúnen grupos de hombres y, por lo tanto, el contagio es más rápido y fácil», asevera Morano. Cuatro de cada diez enfermos ha tenido que ser hospitalizado. Como afirma este especialista en este momento también les preocupa un nuevo brote que acaba de aparecer en San Diego (California, Estados Unidos) y que ya ha afectado a 400 personas, «pero en este caso la transmisión está más relacionada con el consumo de drogas entre vagabundos, ya que se está dando una mortalidad de un 3 por ciento».

Hace sólo unos años, «la hepatitis A era una enfermedad casi irrelevante, pero ahora no deja de multiplicarse», añade Javier García-Samaniego, hepatólogo del Hospital Universitario La Paz de Madrid y coordinador de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España. «El principal motivo de transmisión por el que se reportaban casos hasta el momento era por comer alimentos cocinados con agua contaminada, pero ahora la hepatitis A se ha extendido por las prácticas sexuales. En concreto, por las relaciones homosexuales, porque afectan especialmente a hombres», insiste el hepatólogo. Y es por ello «que se ha creado cierta alerta a nivel internacional. En especial en este colectivo».

Estos expertos no consideran que se deba un problema de «haber bajado la guardia por parte de los médicos», sino que «no se están tomando las medidas de protección necesarias para mantener sexo seguro», dice García-Samaniego. Es por ello que «insistimos en recomendar la vacunación de todos los colectivos en riesgo». En este punto es donde surge un nuevo problema: «Se ha roto el stock de vacunas y no están llegando», afirma Morano. Los laboratorios responsables de su fabricación no contaban con que se pudieran dar todos estos brotes y por eso no están llegando a todos los que lo necesitan. Es más, en los centros de vacunación internacional a donde acuden viajeros que vuelan a países africanos donde este virus es frecuente no pueden recibir esta vacuna. Y es que «se está priorizando a los colectivos homosexuales para evitar al máximo que se pueda seguir transmitiendo».

A pesar de la preocupación de los expertos por el aumento progresivo de casos, los especialistas insisten en que «a diferencia de otras hepatitis como la de tipo C, ésta no se cronifica, pero es más fácil que se disemine a partir de un sólo caso. Es por ello que es un importante problema sanitario porque los síntomas son muy leves y pueden generar la tormenta perfecta. La inmunización es la mejor vía para terminar con el brote ya que tiene una efectividad del 95 por ciento», añade el coordinador de la Alianza. Por todo esto, los médicos vaticinan que «los casos pueden seguir aumentando entre los colectivos de alto riesgo».

No existe un tratamiento específico para la hepatitis A, sólo se pueden tratar cada uno de los síntomas que suelen ser de carácter moderado. Comprenden fiebre, malestar, pérdida de apetito, diarrea, náuseas, molestias abdominales, coloración oscura de la orina e ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos). Eso sí, como advierte la OMS, los infectados no siempre presentan todos esos síntomas. Habitualmente el cuadro ictérico dura 2 semanas y desaparece sin secuelas.

Del mismo modo, la edad también es importante porque los adultos desarrollan signos y síntomas con mayor frecuencia que los niños. La gravedad de la enfermedad, así como la mortalidad, aumentan con la edad. Los menores de seis años infectados no suelen tener síntomas apreciables y solo el 10% muestran ictericia. Entre los niños más mayores y los adultos la infección suele causar síntomas más graves, con la coloración amarillenta de los ojos en más del 70% de los casos. A veces este virus puede recidivar, es decir, una persona que acaba de recuperarse vuelve a caer enferma con otro episodio agudo, aunque posteriormente vuelve a recuperarse.

En un pequeño porcentaje de pacientes (1%) la enfermedad cursa en forma de hepatitis fulminante, con fracaso hepático agudo o encefalopatía, entre otras. Y pueden requerir, excepcionalmente, un trasplante hepático. Sin embargo, estos casos se suelen dar sólo cuando el virus A se da en un paciente con otro tipo de hepatitis previa, como es la C, la más agresiva. «Estos casos sólo se dan sobre un hígado ya enfermo», añade Morano.