Violencia de género

«Iba pronto a casa para ver si mi madre estaba bien»

«Iba pronto a casa para ver si mi madre estaba bien»
«Iba pronto a casa para ver si mi madre estaba bien»larazon

Cuando Iván Cerezo tenía seis años «lo que sentía era miedo puro». Así hasta los diez. «Recuerdo cuando mi padre llegaba borracho a casa y se ponía a insultar a mi madre y a romper algún que otro objeto de casa para imponer su autoridad. Ver a mi padre borracho ejercer tal violencia verbal contra mi madre –llamándola ‘‘puta’’, ‘‘te voy a matar’’– para mí era lo peor. Lo que hacía de niño era esconderme debajo de la cama».

«Ya en la adolescencia lo que me tocaba era tirar de cualquier recurso para proteger a mi madre. Era muy duro tener que estar en el instituto y pensar en volver pronto a casa para ver si mi madre estaba bien», explica. Iván recuerda que en esos momentos lo que sentía era una «extrema incomodad», pues intentaba aparentar que no me pasaba nada, que las cosas en casa estaban bien. Pero después de que el padre «ingresó en prisión tras atacar a mi madre e incendiar nuestra casa», sólo me quedó mostrar fortaleza y afrontar la curiosidad de la gente por saber qué ocurrió». Durante todos esos años no pidió ayuda. Estaban su madre su hermano y él. «No queríamos implicar a nadie más. De hecho, mi madre nunca denunció por miedo. Tenía amenazada a mi familia materna» y eso era lo que le paralizaba, relata este joven que ahora se dedica a ayudar a los demás desde Avanza sin Miedo. Respecto al Pacto de Estado contra la Violencia de Género explica que «más vale pocas cosas y efectivas que muchas e inútiles».

En cuanto a los hijos de Juana Rivas, explica que entiende su desconcierto, «habrán experimentado lo mismo que yo en su momento. Impotencia por no poder hacer nada. Juana debe seguir luchando y levantarse una y otra vez, no está sola».

Hoy, Iván, no se habla con su progenitor. Tiene 20 años y desde los 17 rompió toda relación con él. Si tuviera que decir algo a su padre afirma que le diría que «no lo conozco. Un padre implica ser muchas cosas que él nunca fue, por lo que él nunca fue ni es ni será mi padre».