Mascotas

Ignacio Aguado: «Me gustaría poder traer a mi perro al trabajo»

Ignacio Aguado con Claudio
Ignacio Aguado con Claudiolarazon

El político, dueño de un westy, reconoce el cambio que ha experimentado la sociedad española en el trato hacia los animales de compañía.

El representante de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, es consciente del debate que acarrea la convivencia con los animales en nuestra sociedad. Aunque para el político «es más un tema de concienciación», y a pesar de la importancia de su papel, «la política no puede llegar a todos los rincones».

«Me encantaría poder traer a mi perro a mi puesto de trabajo en vez de dejarlo solo en casa, pero si las empresas no apuestan por estas cosas, no se podrán hacer», alude el político. «Todas las iniciativas “petfriendly”, que permiten entrar a tiendas o sentar a tu mascota en la mesa de algunos restaurantes, están siendo trascendentes, y en esto la política no entra».

Los pequeños placeres de la vida de Aguado, como tomar un café en compañía de su perro, son posibles debido a las «políticas» de algunos establecimientos que apuestan por la integración de estos seres sintientes.

Claudio es el westy que acompaña al político en su ajetreo diario y al que define como un can muy cariñoso e inteligente. «Sé que me entiende y me recibe con una alegría como ningún otro. No pasamos todo el tiempo que me gustaría juntos, pero en la familia todos están deseando tener que quedarse con él, incluso llegan a sacarle ocho veces al día».

Pero esta no es su única mascota. Tiffany, una tortuga de más de 20 años que vive en un hábitat recreado en la terraza de Aguado, también forma parte también de esta familia.

La falta de una normativa común que ampare a nivel estatal a los animales de compañía es causante de que sólo algunas comunidades prohíban el sacrificio de animales. El delegado de la formación naranja en la Asamblea, pone como ejemplo a comunidades autónomas como Madrid o Cataluña. En la capital «hay un presupuesto de un millón de euros que permite que estas medidas puedan llevarse a cabo.

Por otro lado, se ponen en marcha campañas de sensibilización para fomentar la compra responsable, no la caprichosa o compulsiva, además de la adopción. Estas son las dos vías para dar salida a los animales que ya no se sacrifican».

Aguado evidencia estar a la orden del día en todos los asuntos que conciernen a los derechos de los animales. «En Madrid también se evita exponer a los animales en peceras que inciten a esa compra impulsiva. El hecho de tener un perro o un gato es una responsabilidad. No puedes basarte en un capricho para dar un paso tan importante».

No quiere desdeñar la compra como forma de adquirir una mascota. Por eso, hace hincapié en que se trata más de una cuestión de juicio. «Si tienes claro lo que quieres, tanto comprar como adoptar es bueno. La adopción tiene un componente más altruista, en el que además quieres ayudar a ese animal. Si compras es algo diferente, algo que encaja con tus prioridades. En la adopción entra más en juego el corazón ». Por suerte, la cultura en torno al mundo animal no deja de evolucionar. «En España estamos avanzando en esto a pasos agigantados. Hemos pasado de dar las sobras al perro a un civismo asombroso hacia los animales de compañía. Y se trata además de un camino sin retorno.

Tener un animal te hace ganar una sensibilidad especial que no se pierde en la vida. Rompes un techo de cristal que te hace ser más humano, y eso es una conquista que no tiene marcha atrás», reconoce el representante de Cs, que asegura que su adulación por estos seres nada tiene que ver con una faceta política, sino con un rasgo característico de su personalidad. «Hay que aprovechar la oportunidad que se nos da desde nuestra posición e integrarles en el día a día».