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Juana Rivas: «Estoy huida pero no hago nada fuera de la ley»

Tensión en Granada entre detractores y defensores. Los jueces exigen «respeto» a sus fallos

Plataformas en apoyo a Juana Rivas, en busca y captura por no entregar a sus hijos al padre, protestan esta mañana frente al Ministerio de Justicia en Madrid, y en otras ciudades del país, para asegurar la protección de sus hijos
Plataformas en apoyo a Juana Rivas, en busca y captura por no entregar a sus hijos al padre, protestan esta mañana frente al Ministerio de Justicia en Madrid, y en otras ciudades del país, para asegurar la protección de sus hijoslarazon

Tensión en Granada entre detractores y defensores. Los jueces exigen «respeto» a sus fallos.

«Yo soy esa Juana Rivas Gómez a la que tanta gente está juzgando sin saber nada prácticamente de la auténtica pesadilla de terror a la que nos hemos enfrentado mis dos hijos y yo(...) Estoy huida pero no siento que esté haciendo nada fuera de la ley, pues la ley es la que se ha saltado a la torera desde la primera jueza. Si se hubiera aplicado no estaríamos aquí. Si la jueza hubiera enviado los papeles a Italia hace un año –de su última denuncia de malos tratos–, el convenio de La Haya no estaría amenazando a mis hijos, sino protegiéndolos». Es parte de la carta que aseguran que Juana Rivas, en busca y captura desde hace 21 por no entregar a sus hijos a su ex marido, envió a la plataforma de apoyo en Granada que ayer se manifestó frente a la sede judicial de Caleta. Una amiga suya se encargó de leerla después de haberla recibido por terceras personas en medio de un centenar de personas que mostraron su apoyo incondicional a la madre huida de Maracena.

Juana arremetió sin ambages en su carta contra lo que ella considera que han sido «fallos judiciales». Así especificó que «ha sido una chapuza la psicóloga que atendió a mis hijos porque no estaba preparada para trabajar con niños que han sufrido maltrato y ni siquiera estaba colegiada. Mi hijo relata su historia de terror que no aparece en el informe; por favor, si en su mano aún queda algo en lo que nos pueda ayudar, que lo haga por favor», expone. En definitiva, considera que sus hijos «están en peligro por errores judiciales» y justifica su actitud «no como un desafío, es la única forma que he encontrado a mi alcance como madre para proteger las joyas más preciadas de mi vida. Por favor pónganse en mi lugar», concluye.

La supuesta carta de Juana se leyó en medio de un clima de tensión en Granada porque en la concentración coincidieron partidarios de la madre de Maracena y defensores del ex marido, el italiano Francesco Arcuri, condenado en 2009 por «lesiones en el ámbito doméstico», es decir, por violencia de género, unos antecedentes que ya se dan por cancelados por el tiempo que ha transcurrido. El grupo de personas que acudió en defensa de Arcuri se presentó con carteles en los que podía leerse «Amor de Padre», lo que provocó enfrentamientos verbales entre los partidarios de ambos bandos.

Las concentraciones de apoyo se produjeron en 16 ciudades españolas. En Madrid se produjo frente al Ministerio de Justicia. Los organizadores solicitaron por escrito al ministro Rafael Catalá que «garantice que jueces y fiscales protejan a los menores de sus padres maltratadores».

Uno de los «fallos judiciales» en los que se centran los defensores de Juana es en el hecho de que haya tardado tanto tiempo en tramitarse la última denuncia por maltrato que interpuso Juana hace más de un año, concretamente el 12 de julio de 2016. En ella la madre de Maracena relataba su historial de maltrato desde 2013 en Calaforte (Italia). Denunciaba «el control y aislamiento» al que su ahora ex marido porque «que me impedían relacionarme con otras personas». Juana aseguraba haber recibido insultos del tipo: «Puta barata, bastarda, yo sé que has estado haciendo, gorda, das asco, nadie va a querer estar contigo...». Francisca Granados, asesora jurídica del Centro de la Mujer en Maracena, ayer se volvió a quejar de que esta denuncia «haya estado en un cajón», y no haya llegado a Italia en todo este tiempo. Ayer, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía informó de que el pasado 3 de agosto, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada remitió la última denuncia de Juana por presuntos malos tratos traducida al italiano para que se tramite ante los tribunales del país alpino, ya que fue en Italia donde ocurrieron los hechos mencionados.

La supuesta carta de Juana Rivas ha generado malestar en las asociaciones de jueces, como la Francisco de Vitoria, quien ayer pidió a la clase política «respeto» hacia las resoluciones judiciales. «Es desmoralizante tener que exigir respeto a quienes aprueban las leyes y desempeñan puestos de responsabilidad política», dijo en un comunicado. Y es que tanto la Junta de Andalucía como el alcalde de Maracena, Noel López (PSOE), han apoyado la causa de Juana.

De paso, se quejó de la «clamorosa pasividad y silencio» del Consejo General del Poder Judicial que, en su opinión, debería haber apoyado a los jueces.

Francesco Arcuri, el ex marido de Juana ayer amenazó con querellarse contra el alcalde de la localidad granadina, Noel López (PSOE), «por supuesta prevaricación en las actuaciones que está desarrollando el Ayuntamiento que preside en apoyo de Rivas».

Mientras, está previsto que el Tribunal Constitucional (TC) se reúna mañana para emitir un fallo que, en el mejor de los casos, suspendería la orden judicial que obliga a Juana a devolver a sus hijos a su ex marido.