Embarazo

La milagrosa historia de un bebé que «nació» dos veces

La pequeña fue sacada del vientre de su madre durante 20 minutos

Margaret sujeta a la pequeña Lynlee
Margaret sujeta a la pequeña Lynleelarazon

La pequeña Lynlee fue extraida del cuerpo de su madre a las 23 semanas de gestación para operarle un tumor que ponía en riesgo su vida. Después, fue devuelta al vientre materno y nació finalmente a las 36 semanas de embarazo.

Jeff y Margaret Boemer recibieron la mejor noticia de su vida. Iban a ser padres de otra niña, que nacería en junio de este año. Decidieron llamarla Lynlee. Los problemas comenzaron pronto. En la ecografía de la semana 16 de gestación, los médicos le diagnosticaron un extraño tumor en el coxis que, además, era de gran tamaño. Un varapalo para la familia Boemer, que no desistió en busca de soluciones. Después de investigar acerca del teratoma sacrococcígeo localizaron cuatro hospitales que realizaban este ipo de cirugías en fetos. Primero visitaron el Hospital de Niños de Texas (Houston) y realizaron una segunda consulta a un especialista también de Houston.

Comenzaron las pruebas. A las 20 semanas de embarazo, Margaret se había sometido a resonancias magnéticas, ultrasonidos, ecocardiogramas y varias reuniones con los especialistas. En uno de los hospitales les recomendaron que pusiera fin al embarazo debido a que el gran tamaño de tumor ponía en riesgo la salud del bebé y de la propia madre. En cambio, en el Hospital de Niños de Texas les dieron alguna esperanza. Había que operar al feto para tratar de salvarle la vida. La probabilidad de éxito rondaba el 50 por ciento, pero la intervención era muy arriesgada porque suponía la extracción del bebé del cuerpo de la madre para operarlo. Jeff y Margaret tenían claro que no iban a abortar y que pretendían darle una oportunidad Lynlee Esperanza.

El 7 de marzo, a las 23 semanas y 5 días de gestación, las cosas habían empeorado. el tumor afectaba al riego sanguíneo y le había provocado una insuficiencia cardíaca al bebé. Era necesario realizar una operación de urgencia. Así, Margaret ingresó en el hospital. El cirujano le realizó un corte, un poco más grande que el habitual en las cesáreas y le retiraron el útero. Después, hicieron una hueva incisión en el útero para poder operar a la niña. El tumor era tan grande que tuvieron que perforar la parte llena de líquido amniótico y cortar la parte vascular del tumor. la operación fue un éxito y lograron extirparle un 90 por ciento de las células cancerígenas. La agresividad de la intervención hizo necesaria la reanimación cardiaca del bebé y trasfundirle sangre. Pero Lynlee se recuperó y cuando se estabilizó fue devuelta al cuerpo de su madre. Le cosieron el útero y el abdomen. Su pimer nacimiento duró 20 minutos. Ahora, sólo había que esperar y ver cómo evolucionaba. Los primeros días fueron los mas críticos, pero una semana después de la intervención la niña comenzó a tener un ritmo cardiaco normal.

Jeff y Margaret regresaron a casa. La madre debía permanecer en reposo absoluto el máximo tiempo posible para que el bebé acabara de formarse. A las 34 semanas fue ingresada de nuevo en el hospital para tenerla más controlada. Finalmente, a las 36 semanas y 5 días, Lynlee nació por segunda vez mediante una cesárea programada. Ocho días después volvió a ser operada para eliminar los restos del tumor que no le pudieron extirpar en la primera intervención.

Varias semanas después, la niña evoluciona favorablemente y se ha recuperado notablemente de la intervención. Ahora, los padres han abierto una cuenta en gofoundme para recaudar fondos y poder pagar los importantísimos gastos que han tenido que sufragar durante estos meses, que han consumido todos sus ahorros. Además, debido al estado de la niña, la familia se ha quedado sin ingresos Jeff tuvo que pedir una excedencia en el trabajo para poder ocuparse de la recién nacida después del nacimiento y de la operación.