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La pasión en tiempos de Tinder

Conseguir pareja a través de esta aplicación tiene sus trucos

La pasión en tiempos de Tinder
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Cupido también utiliza la tecnología para llevar a cabo su tarea. Pero hay que darle un poco de ayuda. Tinder ha sido «criminalizada» como la aplicación para ligar, más que una opción para encontrar pareja. Pero su objetivo inicial fue «conectar con gente nueva e interesante cerca de ti», como ellos mismos aseguran. Claro, depende del usuario, el resultado obtenido. Y, aunque luego haya que ir por ahí explicando que usaron Tinder para encontrar el amor, siguiendo estos pasos, la misión no es imposible.

- El perfil, un espejo, no una pasarela: Si el objetivo es encontrar alguien para una relación seria, ¿a cuento de qué viene poner fotos con toneladas de maquillaje o en poses que ningún futbolista se atrevería a recrear? El propósito es mostrarse como uno es. Probablemente se obtengan menos visitas y conexiones, pero quienes envíen mensajes estarán interesados en esa persona.

- Historias de fantasmas: Felicidades, has hecho paracaidismo una vez en la vida. Pero ese no es el estilo de vida que llevamos habitualmente. Retratar historias cotidianas, como excursiones de fin de semana y hasta una comida quemada, muestran los valores personales. Tampoco es necesario mostrar exclusivamente los errores, pero sí retratar la vida diaria lo más sinceramente posible. Y recordar que siempre hay un roto para un descosido.

- No es Gran Hermano: Hablar mal sobre los demás, sean ex parejas u otros perfiles, sólo tiene éxito en la televisión. Y en algunos programas únicamente. Centrarse en las virtudes propias es la mejor estrategia.

- Cuéntame un cuento: Cuando no haya fotos o éstas sean de paisajes, contar una historia que hable sobre las cualidades individuales que poseemos y más valoramos (sentido del humor, aventura, creatividad, solidadridad, etc.) es una muy buena estrategia. Una imagen vale más que mil palabras, pero una historia personal implica compromiso. Para ello la opción de Momentos es un buen recurso.

- Convertirse en un caleidoscopio: Nunca somos unidimensionales: en algún grupo de amigos podemos ocupar el lugar del payaso, en la familia seremos el manitas y en la oficina el responsable. O al revés. Sea como sea, mostrar las diferentes personalidades permitirá abarcar un espectro más amplio de personas.

- La biografía, una navaja suiza: Los datos personales que publiquemos en la portada, nuestra bio, deberían dar la posibilidad a otros de hacer preguntas, de despertar su curiosidad y no reflejar los mismos datos que se pueden encontrar en Linkedin. Si el objetivo último es una relación seria, habrá que dedicarle tiempo.

- Lo primero, el primero: Muchas oportunidades se pierden por no atreverse a iniciar una conversación. Obviamente habrá algunos intentos fallidos, pero la realidad es que Tinder es una cuestión de números y hay que intentarlo. La mejor estrategia es el humor, pero no el soez o popular, sino el que permite iniciar un código.

- Evitar lo evitable: Todos los perfiles tienen claves de lo que de verdad pretende el otro. Aunque una primera imagen y su bio indiquen intereses compartidos, si todas las fotos son del gimnasio o de discotecas, si no se viste de acuerdo a su edad o aparece siempre con la misma persona en las fotos, alerta roja. Lo mismo si son todas «selfies» desde el baño, que poco dejan a la imaginación. También es importante evitar a quienes se acercan con mensajes que pueden ser un copia y pega del ligoteo de polígono o solo escriben de noche. Y tarde.

- Comienza el partido: Tinder está rodeado de prejuicios, pero 100 millones de cuentas no pueden perseguir, todas al mismo tiempo, un encuentro de fin de semana. No hay que apurar las cosas, seguramente eres un buen partido y tienes las cosas claras, pero no eres único. Hay más personas que buscan lo mismo, aunque no lo sepan, y cuando se les ofrece algo más, reconocen lo bueno.

El 40% de las parejas se conoce por internet

Hoy, cerca de un 40% de las parejas se conocen a través de internet, un 16% de los humanos declara no poder estar una hora sin un smartphone y casi dos tercios los utilizan aun acompañados por su pareja. El amor y sus manifestaciones han cambiado con la tecnología y por la tecnología. Encontrar a alguien en Tinder es posible: el 45% de los 100 millones de cuentas tiene entre 25 y 35 años. Conectando con el 0,00001%, tendremos 10 candidatos posibles. Un número bastante alto.