Meteorología (el tiempo)

La semana del infierno

En 40 años no se habían registrado dos olas de calor tan tempranas

La Razón
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Los primeros compases de julio confirman la tendencia sofocante que reina en el país desde que comenzó el verano. Después de la primera ola de calor estival, que se extendió desde el día 26 de junio hasta el final del mes, la segunda ola, que llegó a España el pasado viernes, dejará unas temperaturas máximas que podrían hacer de la semana que comienza la más calurosa en lo que va de año. Y es que la sucesión de dos olas de calor a mediados de la semana pasada, cuando no se habían cumplido las dos primeras semanas del verano, supuso un hito histórico ya que nunca antes desde 1975, año en el que la Agencia Española de Meteorología (AEMET) comenzó a registrar este tipo de fenómenos, tanto la Península como el archipiélago balear habían sufrido dos episodios de calor extremo tan pronto. Así se desprende de un informe elaborado por el Banco Nacional de Datos Climatológicos de AEMET y que ha recogido Servimedia. El propio documento especifica este tipo de fenómeno atmosférico como «un episodio de al menos tres días consecutivos en el que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo entre 1971 y 2000». Pese a que en años como 2003 se vivió una primera ola desde el 20 hasta el 23 de junio y otra de extraordinaria duración (del 30 de julio al 14 de agosto) el verano actual va camino de convertirse, de media, en uno de los más calurosos de la historia reciente del país. Asimismo, Servimedia afirma que los veranos con más olas de calor son los de 1991, con cuatro en la península, Baleares, Ceuta y Melilla, y 2004 y 2012, con cuatro en Canarias. Las olas de calor más duraderas de los últimos 40 años ocurrieron entre el 30 de julio y el 14 de agosto de 2003 en la península, Baleares, Ceuta y Melilla (16 días), y del 28 de agosto al 10 de septiembre de 1976 en Canarias (14 jornadas). La más intensa en la península, Baleares, Ceuta y Melilla tuvo lugar del 11 al 16 de agosto de 1987, cuando se contabilizó una anomalía térmica de 4ºC

De la misma forma, la mencionada agencia asegura que la primera ola de calor del verano «puso en alerta simultáneamente durante varias horas a 42 provincias y rompió varios récords históricos de temperaturas mínimas y máximas de ese mes en 14 ciudades, algunas de ellas inéditas desde 1920, año en el que algunos observatorios comenzaron a tomar datos». Este hecho, sumado a la segunda ola, rápidamente instalada en el país, no está permitiendo un mayor enfriamiento del aire, lo que justifica que bajo estas condiciones ayer AEMET decretara una alerta roja en Gerona por calor extremo al mismo tiempo que en casi una decena de puntos de la geografía nacional se llegaron a superar los 40 grados, como ocurrió en la localidad granadina de Baza (Granada), donde los mercurios escalaron hasta señalar 42 grados.

Tras este precedente, el escenario meteorológico que se dibujará a partir de hoy y que previsiblemente persistirá hasta el próximo día 13, continuará marcado por la generalización en gran parte del país de las alertas previstas por la Agencia Española de Meteorología (AEMET). Un total de 22 provincias se encuentran bajo alerta naranja por calor en el día de hoy mientras que otras 24 mantienen avisos de nivel amarillo. Las zonas de los valles del Ebro, Tajo, Guadiana y Guadalquivir son las que concentrarán la mayor parte de estos avisos, si bien Galicia, Asturias, Cantabria, la provincia de León y algunas de las zonas de costa mediterránea se librarán de las temperaturas extremas. Según las predicciones, el número de avisos disminuirá en la jornada del martes, cuando están previstas un total de 41 alertas, y sólo 15 de ellas (localizadas en la mitad este peninsular), conllevarán un riesgo importante. En este contexto, Ana Casals, portavoz de AEMET, ha afirmado que la ola que estamos pasando «va a ser más mala para Europa que para España porque también azota países como Suiza que no están tan preparados para el calor».