Mascotas

La última tortura a Eros: arrojarlo al Guadiana

El perro, exhausto, logró llegar a la orilla nadando. «Dadas sus heridas y cicatrices, ha sido maltratado», denuncian desde SOS 112 Vagabundos.

Este cruce de bóxer, de entre cuatro y cinco años, logró salir del Guadiana nadando. Había sido arrojado al río, según denuncia SOS 112 Vagabundos
Este cruce de bóxer, de entre cuatro y cinco años, logró salir del Guadiana nadando. Había sido arrojado al río, según denuncia SOS 112 Vagabundoslarazon

El perro, exhausto, logró llegar a la orilla nadando. «Dadas sus heridas y cicatrices, ha sido maltratado», denuncian desde SOS 112 Vagabundos.

SOS 112 Vagabundos recibió el pasado domingo el aviso de que un perro que había sido arrojado al río Guadiana se estaba ahogando. Cuando llegaron, el animal prácticamente no tenía fuerzas para caminar. Estaba exhausto. Había logrado llegar a la orilla nadando. Se trata de un ejemplar adulto de cruce de bóxer al que le han llamado Eros. «Lo han tirado al Guadiana a su paso por Badajoz después de haberlo apaleado», denuncia Mari Luz Frejo, presidenta de SOS 112 Vagabundos. «No sabemos cuántas horas pudo estar nadando. Presentaba hipotermia», añade.

«Tendrá entre cuatro y cinco años. Está muy delgado, calculo que pesará entre seis y ocho kilos menos de los que debería (los macho 27 y 32 kg y las hembras entre 25 y 29 kg)».

Además, «tiene síntomas de haber sido maltratado desde hace tiempo dadas las cicatrices y heridas que presenta este bóxer al que le han amputado el rabo». «Y a pesar de ello –prosigue–, es un animal bueno, sociable y cariñoso cuando ve que no le vas a hacer daño».

Urge un hogar para él. «El perro está con nosotros. Estamos buscando una familia. La gente se ha volcado en este caso y de hecho está en trámite de acogida. Pero necesitamos que sea adoptado», hace hincapié Mari Luz.

La presidenta de esta asociación que afirma que en este momento «tenemos 40 perros en adopción», asegura que lo de este bóxer es «el día a día por desgracia». Por ello es esencial que en vez de comprar se adopte. Máxime cuando según el último estudio de la Fundación Affinity, los cachorros son adoptados a los tres meses de media mientras que los adultos a los siete.

Aunque los adoptantes suelen preferir animales jóvenes, «esto está cambiando. Cada vez más familias optan por perros adultos y mayores en vez de llevarse a casa un cachorro», explica Matilde Cubillo, presidenta de Justicia Animal. En eso ayuda, y mucho, que «les enseñemos todos los perros cuando vienen a adoptar a las protectoras».

También es importante que se dejen aconsejar. «Para una familia que nunca antes ha tenido bajo su cuidado a un perro es más fácil adoptar un animal adulto que no un cachorro, porque la mayoría vienen ya educados, no te van a morder los muebles, etcétera».

«Lo mismo sucede en el caso de una persona de más de 60 años. Recuerdo que en una ocasión vino una mujer de 70 que quería un cachorro de cruce de pastor alemán. Llega a adoptar ese perro y le hubiera paseado él a ella dada su fuerza». Pero, ¿qué se considera un perro adulto? «Es a partir de un año y uno mayor entre siete y ocho años, aunque hay perros que pueden durar hasta 16 años. Las razas más longevas son las pequeñas». Aunque para longevos los gatos, que pueden vivir «hasta 20 años, aunque los míos nunca han durado tanto», recuerda Matilde Cubillo.