Ministerio de Sanidad

Los abortos suben un 2,6% en relación a los embarazos

La Razón
La RazónLa Razón

Las intervenciones en centros públicos se incrementaron en 2013 en más de 2.400. También subió la cifra de hospitales autorizados

El número de interrupciones voluntarias del embarazo disminuyó en 3.700 en 2013 con respecto a 2012. Así lo reflejan los datos que, por fin, publicó ayer el Ministerio de Sanidad, a pesar de que contaban con los números oficiales de todas las comunidades autónomas hace meses. Aunque el dato muestra una reducción, lo cierto es que si se tiene en cuenta el descenso de los nacimientos en 2013 y la reducción del número de mujeres en edad fértil, los abortos aumentaron un 2,6 por ciento en 2013 con respecto al total de embarazos: mientras que en 2012 el número de abortos representaba el 19,8 por ciento del total de 567.034 gestaciones registradas en España, el año pasado esa cifra subió al 20,35 por ciento. O dicho de otra forma: de cada 100 gestaciones, más de 20 terminaron en aborto.

Si se comparan estos dos porcentajes, la diferencia entre ambos es de medio punto, que al trasladarlo a una cifra porcentual –el medio punto de los 112.390 abortos de 2012– da como resultado el 2,67 por ciento.

No cabe duda de que han bajado las interrupciones del embarazo, sin embargo, como apunta el presidente de Foro de la Familia, Benigno Blanco, «también debería tenerse en cuenta la cuestión vegetativa. Es decir, que tanto la inmigración como el número de mujeres en edad fértil han descendido». Y es que mientras que en 2008 –el año con más nacimientos de las últimas dos décadas– el número de mujeres entre 15 y 44 años era de 9.833.397, cinco años después la cifra disminuyó en cerca de 575.000 mujeres con posibilidad de ser madres. Y es que, como reflejan los datos del informe de Sanidad, nueve de cada diez abortos se produjeron a petición de la mujer, aunque esta cifra se reduce levemente con respecto a 2012 en algo más de un 1 por ciento y suben las interrupciones por grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada. Además, el 34 por ciento de las que decidieron abortar reconocieron que no habían utilizado ningún método anticonceptivo, mientras que dos de cada diez afirmaron que sí usaron un método de barrera como preservativos. En lo que se refiere a la nacionalidad de la mujeres que deciden abortar, las españolas –al igual que en el año anterior– siguen representando el número más elevado y son las mujeres de entre 20 y 34 años las que más optan por poner fin a su embarazo.

Un dato bastante llamativo es el del papel de la salud pública en las interrupciones voluntarias del embarazo. El número de abortos que se practican en hospitales públicos ha aumentado en un 33 por ciento: en 2012 se practicaron 7.290 en la Sanidad Pública y un año más tarde la cifra se incrementa en más de 2.400. Algo similar ocurre con los centros autorizados para abortar. Suben en una decena, la mayoría de ellos hospitales públicos en las comunidades de Cataluña, País Vasco y Galicia. Eso sí, a pesar de estos incrementos las clínicas privadas siguen siendo las que más abortos realizan, nueve de cada diez. Las propias clínicas, al valorar ayer los datos, también concluyen que la bajada de la inmigración y de mujeres en edad fértil son la mejor explicación a esta bajada y no tanto la normativa vigente. «La mayoría de las mujeres abortan a petición propia, lo que muestra que la única forma de evitarlo es con educación y leyes que favorezcan la maternidad», afirma Blanca Cañedo, miembro de ACAI (Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo).

Aunque desde asociaciones como Fundación Mujeres aplauden el descenso del 3,3 por ciento de los abortos, el presidente de Foro de la Familia insiste en que «el número absoluto sigue siendo una cifra escandalosa que oculta un problema gravísimo. Es necesario un cambio legislativo porque la ‘‘ley Aído’’ no tiene influencia en el número de abortos, si no en la banalización de éste».

Aumenta un 9% el número de menores de 15 años que abortan

El único cambio legislativo que el gobierno de Rajoy ha planteado sobre la ley del aborto es el que respecta a las menores. Ahora, con la «ley Aído» las menores de 16 y 17 años pueden poner fin a su embarazo sin contar con la autorización de sus padres y es lo que el nuevo ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, se ha comprometido a cambiar.

Mientras, los datos oficiales que hizo públicos ayer el Ministerio reflejan que es necesario tomar alguna medida para evitar que las adolescentes pongan fin a sus embarazos. Comparando los años 2012 y 2013 es evidente que los abortos aumentaron sustancialmente entre las menores de 14 años, al contrario que entre las de 16 y 17 que disminuyeron levemente. Así, en el conjunto de las mujeres con una edad comprendida entre los 9 y los 11 años, los abortos se redujeron en cerca de mil, ya que pasaron de 13.658 en 2012 a 12.771 el año pasado. Si sólo se tienen en cuenta las menores de 15 años, el número aumentó en 43. De 460 en 2012 a 503 en 2013, un 9,3 por ciento más.

La Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI) reveló hace unos meses que, hasta el mes de septiembre, un total de 913 menores de entre 16 y 17 años habían abortado. De éstas, 113 lo hicieron sin consentimiento paterno. En el estudio de ACAI, en el que participaron 22 clínicas, se incluían las razones que las jóvenes alegaban para abortar sin el conocimiento de sus padres. Entre ellas destacaban: el desamparo familiar, familias desestructuradas, progenitores en prisión, riesgo de sufrir malos tratos, mujeres emancipadas que residen en el país sin sus padres, enfermedad paterna o materna invalidante, padres abiertamente contrarios al aborto provocado, y padres que por voluntad propia renuncian a conocer y acompañar a la menor. De los datos que se incluían en esta encuesta de ACAI, sólo el 8 por ciento lo hicieron por razones relacionadas con su edad (juventud o madurez)

Alrededor de 3.200 niños de madres adolescentes nacen al año en nuestro país. Conrado Giménez-Agrela, presidente de la Fundación Madrina, afirma que no es raro encontrarse casos protagonizados por chicas de 13, 14 y, sobre todo, son de mujeres de 16 años. Eso sí, él insiste en que «sospechamos que las clínicas no contabilizan a todas las menores que abortan en ellas». Y es que desde su entidad, Giménez-Agrela ayuda a las menores a salir adelante y no poner fin a su embarazo.