Los conductores con mala visión tienen tres veces más accidentes

Los conductores con mala visión tienen tres veces más accidentes que el resto de conductores. Uno de cada cuatro conduce con agudeza visual binocular inferior al límite exigido al conductor profesional (0,8) y puede ser debido a que no llevan la graduación actualizada.

Los conductores con mala visión tienen tres veces más accidentes que el resto de conductores, según un estudio de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), que revela que uno de cada cuatro conduce con agudeza visual binocular inferior al límite exigido al conductor profesional (0,8) y puede ser debido a que no llevan la graduación actualizada.

Según el estudio, realizado por la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa (FOOT) de la UPC y financiado por la Asociación Visión y Vida, con la colaboración FEDAO y Correos Express, siete millones de conductores (un 27,2 %) tienen, al menos, una deficiencia visual que afecta a la conducción y 600.000 personas en España se ponen al volante con una agudeza inferior a la obligada por la ley (0,5 sobre 1, que es la agudeza normal).

El estudio ha actualizado la primera edición del informe presentado en 2011 en el que se concluyó que cerca de seis millones de conductores en España circulaban con problemas visuales y, de éstos, un millón ni siquiera debería conducir.

La vicedecana de la Facultad de Óptica y Optometría y directora del estudio, Aurora Torrents, ha destacado que el informe demuestra, por primera vez en España, que existe una relación directa entre la mala visión y la accidentalidad: los conductores con mala visión (0,4 de agudeza visual, por debajo del mínimo legal) tienen tres veces más accidentes que el resto de conductores.

El estudio recuerda que la literatura científica establece que casi toda la población hasta los 65 años debería llegar al 100 % (agudeza visual = 1) con la corrección adecuada.

Torrents ha explicado que el 90 % de la información que recibe una persona para tomar decisiones es a través de los ojos y que, en la carretera, tomamos unas 15 decisiones por cada kilómetro recorrido, por lo que "un problema visual no resuelto puede poner en riesgo la vida del conductor".

El presidente de la asociación Visión y Vida, Salvador Alsina, ha reclamado en base a los resultados de este estudio un refuerzo de las pruebas psicofísicas en los centros de reconocimiento, de manera que se realicen revisiones visuales completas a todas las personas examinadas a la hora de renovar los permisos de conducir.

También pide que se exijan las mismas aptitudes psicofísicas a las personas examinadas mayores de 65 años que a los jóvenes y que se refuercen y promocionen protocolos estandarizados en las pruebas de deslumbramiento, sensibilidad al contraste y extensión del campo visual.

La obligatoriedad de medir la agudeza visual de cerca, miopía nocturna y estéreo agudeza y establecer unos requisitos mínimos para ser considerado apto en estos baremos, son otras de sus reclamaciones así como explicar las consecuencias derivada de una operación de cirugía refractiva, que impide conducir temporalmente.

En 2015 se modificó el Reglamento General de Conductores por imposiciones europeas estableciendo una norma mucho más laxa que la vigente en España, que permite, por ejemplo, que una persona sea considerada apta con 0,5 y 0,1 de agudeza visual en su mejor y peor ojo, cuando antes era 0,8 y 0,5 respectivamente.

Asimismo, las revisiones obligatorias a los conductores mayores de 65 años deben realizarse cada cinco años y no cada dos, como marcaba antes la ley.

Otro de los cambios más importantes es que tras una operación de cirugía refractiva, el conductor pierde su licencia de conducir por un periodo de un mes, en vez de los seis meses previos.

Alsina ha reclamado a las autoridades "su implicación y puesta en marcha de campañas de sensibilización y concienciación en materia de salud visual".

EFE