Brote de ébola

Más control en aeropuertos, la principal respuesta internacional al ébola

Recomendaciones de no viajar a los países afectados y mayor control en aeropuertos son las principales medidas adoptadas en todo el mundo para prevenir la peor epidemia de ébola de la Historia, que ha causado casi un millar de muertos en cuatro países del oeste de África desde marzo.

Adicionalmente, España y Estados Unidos han optado por repatriar a sus nacionales infectados en Liberia, todos ellos misioneros (un médico, una enfermera y un religioso) que asistían a los enfermos de ébola en ese país.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha registrado hasta hoy 1.711 contagios, 932 de ellos mortales, en Liberia, Sierra Leona, Nigeria y Guinea Conakry, país este último donde comenzó el brote, el pasado 22 de marzo.

Los expertos del Comité de Emergencia de la OMS estudiarán mañana si la epidemia constituye una "emergencia sanitaria de alcance internacional".

De momento, sólo la aerolínea británica British Airways ha suspendido, desde ayer y hasta el 31 de agosto, sus cuatro vuelos semanales a la capital de Sierra Leona y sus conexiones con la de Liberia, aunque el Ministerio de Exteriores del Reino Unido no ha emitido ninguna alerta en contra de viajar a la zona.

Otros países como EEUU, España, Alemania, la India, Grecia, Austria, Bélgica o México sí han desaconsejado viajar a la región afectada, pero la mayoría han emitido avisos para que los viajeros tomen las precauciones recomendadas por la OMS y han reforzado los controles epidemiológicos en sus aeropuertos.

En 20 aeropuertos internacionales estadounidenses están en alerta para poner en cuarentena a las personas que muestren señales de contagio, la misma medida preventiva decidida por Marruecos, Tailandia, Malasia, Vietnam, Brasil, Cuba o la India.

La India pidió además información detallada de los 4.700 indios que se encuentran en los países afectados para poder identificarlos a su regreso a casa y Cuba mantiene un control diario de sus colaboradores en misiones médicas en África.

Filipinas, con 3.700 residentes en los tres países africanos más afectados, ha dejado de enviar trabajadores a la región y, en China, la ciudad de Nankín tomó medidas sanitarias especiales de prevención ante la llegada de seis atletas de los países con ébola para los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se inauguran el día 16 de agosto.

El último país afectado por este brote ha sido Nigeria, el más poblado de África, donde a finales de julio murió un estadounidense llegado de Liberia con ébola y después la enfermera que lo atendió, según informó hoy el Ministerio de Sanidad.

Esta semana, Nigeria ha adoptado medidas para contener la enfermedad como prohibir el traslado de cadáveres desde los países vecinos o solicitar a EEUU el medicamento experimental con el que están siendo tratados los dos estadounidenses repatriados con ébola.

Con una mortalidad de hasta el 90 por ciento, no hay vacuna ni tratamiento específico contra el virus del Ebola, que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados y causa hemorragias graves.

Entre otras medidas, Liberia ordenó esta semana la cremación de los fallecidos por esta enfermedad y Sierra Leona desplegó al Ejército para acordonar los centros donde los pacientes han sido puestos en cuarentena.

Fuera de esas naciones, un saudí supuestamente infectado por el virus durante un viaje de negocios a Sierra Leona murió hoy en Yeda, y sus muestras fueron enviadas a EEUU y Alemania para verificar si la causa fue el ébola.

Como medida preventiva, las autoridades saudíes han suspendido la entrega de visados para la peregrinación anual a La Meca a ciudadanos procedentes de África Occidental, así como el Líbano suspendió el día 1 la concesión de permisos de trabajo a guineanos, liberianos y sierraleoneses.

Tras advertir ese día la directora general de la OMS, Margaret Chan, de que el brote requeriría "medidas extraordinarias"y anunciar un plan de acción dotado con 100 millones de dólares, los gobiernos de los tres países más afectados prometieron que "la enfermedad no se exportará".

Al día siguiente, la Cruz Roja dijo que el plan de la OMS es un paso "positivo"pero se declaró "muy preocupada por la lentitud y la nimia respuesta de la comunidad internacional", a la que pidió una "acción concertada"para contener el virus.