Prevención

Más de la mitad de las muertes súbitas cardiacas se producen en el domicilio

Según ha informado la Sociedad Española de Cardiología (SEC) en un comunicado, el análisis de estos datos evidenció una incidencia de 14,6 eventos por 100.000 habitantes y año.

Más de la mitad de las muertes súbitas cardiacas se producen en el domicilio, lo que afecta negativamente al pronóstico y reduce la supervivencia, ya que sólo una de cada cinco paradas cardiorrespiratorias recibe soporte vital básico. Estos datos se desprenden de un estudio publicado en la Revista Española de Cardiología (REC) que recoge los resultados del Registro Andaluz de Parada Cardiorrespiratoria Extrahospitalaria, realizado entre 2008 y 2012, y que incluyó a 4.072 pacientes con diagnóstico de muerte súbita cardiaca, de los que casi tres cuartas partes fueron hombres (72,6%).

Según ha informado hoy la Sociedad Española de Cardiología (SEC) en un comunicado, el análisis de estos datos evidenció una incidencia de 14,6 eventos por 100.000 habitantes y año. De los casos estudiados, el 65,4% falleció y un 10,2% sobrevivió con buen resultado neurológico. El estudio también pone de manifiesto que, a pesar de la importante proporción de paradas que fueron presenciadas, sólo uno de cada cinco afectados recibió soporte vital básico realizado a cargo de testigos, lo que condiciona el pronóstico final.

El doctor Fernando Rosell, de la SEC, ha asegurado que la fase previa a la llegada de los equipos de emergencia es crítica para la supervivencia y es, por tanto, el área donde deben centrarse los esfuerzos de mejora. El inicio de la atención en los primeros ocho minutos se relaciona con una mayor probabilidad de llegar a ingresar en el hospital, y cada minuto que pasa disminuye un 10% la probabilidad de supervivencia.

La muerte súbita cardiaca es la aparición repentina e inesperada de una parada cardiaca en una persona aparentemente sana, que se encontraba bien en las 24 horas previas. En Europa, afecta en torno a 400.000 personas año, de las que sobreviven menos del 10%. Su principal causa es la fibrilación ventricular, una arritmia que provoca que el corazón pierda su capacidad de contraerse de forma organizada, por lo que deja de latir.

La consecuencia es la pérdida de pulso y, en pocos segundos, del conocimiento y de la capacidad de respirar y, si no recibe atención inmediata, la persona afectada muere al cabo de minutos.