Máxima seguridad en la cárcel por el descuartizador de Pioz

Prisiones prevé trasladarle, si el juez lo autoriza, por la elevada presencia de bandas latinas. «El asesino ingresó con tranquilidad pasmosa»

El asesino de Pioz (Guadalajara) ingresó el pasado viernes a aproximadamente las 23:30 de la noche en el Centro Penitenciario Madrid II, en Alcalá de Henares. Lo hizo «con una tranquilidad pasmosa, como si fuera al campo o a ver una película, le daba igual estar ingresando en prisión, a pesar de su edad», explicaron fuentes consultadas por este periódico.

Nada más llegar a Alcalá Meco, como se conoce a esta prisión, François Patrick Nogueira Gouveia accedió al módulo de ingresos, donde le fueron requisados todos los objetos no permitidos por su seguridad y la del resto de internos. Después del cacheo, se fue a las duchas, tras lo cual se cambió de ropa como norma de higiene. Dadas las horas, anoche durmió en una celda normal del «módulo de ingresos acompañado por un interno de apoyo». «Estuvo muy tranquilo, educado, no hubo ningún problema con este joven durante su ingreso», explicaron las mismas fuentes.

Ayer por la mañana, antes de las 12 horas, aproximadamente a las 11:50, se decretó su ingreso en el módulo de Enfermería. Se prevé que Patrick pase unos días en este módulo, donde permanece controlado y vigilado, al estar con internos de apoyo y en estrecha vigilancia por parte de los funcionarios. De hecho, «se le ha aplicado el Programa de Prevención de Suicidios, por lo que tiene acompañamiento las 24 horas del día por un interno de apoyo».

En la actualidad, el joven brasileño duerme en una celda del módulo de enfermería en el que ingresaron, por distintas causas, otros 14 internos. En el caso de Patrick, «no está porque tenga algún problema de salud, sino por seguridad y control».

Mientras continúe incluido en este protocolo que se pone a los presos para velar su seguridad física y la de terceros, los subdirectores médicos de tratamiento y de seguridad serán los responsables del seguimiento de la evolución de Patrick, y serán los que tendrán que proponer la baja del programa al director de la prisión en el momento que ya no lo consideren necesario. No obstante, según los expertos consultados, dado que Patrick se ha entregado, no creen que él vaya a hacer nada, sino que en todo caso sería para tratar de protegerlo de otros presos.

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias activó el protocolo después de que el juez instructor del caso dictase un auto en el que ordenaba expresamente «extremar las medidas de seguridad para garantizar la integridad física del recluso respecto a terceros y él mismo». De hecho, Prisiones contempla la posibilidad de trasladar a Patrick de centro penitenciario en los próximos días, si el juez lo autoriza, dada la elevada presencia de jóvenes pertenecientes a bandas latinas que están internos en Alcalá Meco.

Después de que Patrick confesase que había cometido la masacre –el asesinato de sus tíos Marcos Campos Nogueira y Janaína Santos Américo, y los dos hijos de estos, dos niños de cuatro y un año en el chalet en el que estaba residiendo la familia en Pioz–, el juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Guadalajara decretó su ingreso en prisión a través de un auto en el que se ratifica la prisión provisional comunicada y sin fianza para este joven brasileño, dada la gravedad de los hechos y la ausencia de arraigo en el país.

Patrick podría enfrentarse a prisión permanente revisable por el asesinato de los dos pequeños, sus primos, ya que, según recoge el artículo 140 del Código Penal, tras la reforma del 1 de julio de 2015, los asesinatos de niños menores de 16 años están penados con prisión permanente revisable. Otra posibilidad es que pueda acabar en un psiquiátrico, algo que dependerá de la evaluación que se le lleve a cabo.

El joven llegó el pasado miércoles a Madrid después de entregarse voluntariamente tras las conversaciones que los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de la Policía Judicial de este cuerpo en Guadalajara mantuvieron durante varios días con su familia en Brasil. Los familiares se convencieron de que el sospechoso tenía que presentarse a la Justicia en España, porque, además, la Guardia Civil tiene muy bien atados todos los indicios que apuntan al joven, como su ADN en la cinta americana con la que cerró las bolsas en las que metió los cuerpos de sus tíos y sus primos pequeños, las zapatillas con sangre que se dejó en el chalet, etcétera. Eso, unido a que los centros penitenciarios en España son muy diferentes a los de su país, hicieron que Patrick se subiese a un avión procedente de Sao Paulo (Brasil) y que cuando ya estuviese dentro de la aeronave avisase a la Guardia Civil de que ya venía de camino. Momentos después, aunque a priori se pensó que se le iba a trasladar a Guadalajara, pasó su primera noche en España tras su regreso en los calabozos que la Guardia Civil tiene en Barajas.