Astronomía

El cambio climático se mide mejor desde el espacio

Los satélites completan los estudios hechos sobre el terreno y permitirán afinar mejor las previsiones

Incremento en el dióxido de carbono
Incremento en el dióxido de carbonolarazon

Con los pies sobre la Tierra, los científicos han elaborado un detallado análisis de los efectos del cambio climático. Una sucesión de años, por lo general, cada vez más cálidos (el peor de todos, de momento, el último), aumento del nivel del mar a un ritmo de tres milímetros anuales o desaparición del hielo del Ártico son algunos de los síntomas. Pero desde hace relativamente poco este dictamen se completa con lo que muestra una red de satélites que orbita alrededor de la Tierra, y especializada en medir los cambios en el clima y sus consecuencias sobre la superficie.

De esta manera, los satélites de observación de la Tierra cartografían los cambios en el nivel del mar, que pueden variar a lo largo del planeta. Además, sus datos pueden emplearse para cuantificar la cantidad de agua procedente de distintas fuentes, como la fusión de glaciares y mantos de hielo, o la expansión térmica del agua oceánica debido al aumento de las temperaturas.

Además, se hace una medición exacta desde las emisiones de gas de efecto invernadero hasta el ozono, pasando por el estado del hielo marino o la humedad del suelo.

“La climatología y las ciencias de los sistemas terrestres son clave para colocar a los países en la vanguardia de la revolución verde”, explica Josef Aschbacher, director de Programas de Observación de la Tierra de la Agencia Espacial Europea (ESA) en un comunicado de este organismo. “La observación de la Tierra desde el espacio tiene un papel cada vez más importante, dado que los mismos instrumentos de vigilancia consiguen un alcance global a bordo de satélites. Europa tiene el compromiso de contribuir a comprender mejor el planeta Tierra y de preservarlo”.

La cobertura global y uniforme que ofrecen los datos satelitales es ideal para el tipo de investigación que llevan a cabo los climatólogos. No obstante, necesitan series de datos a largo plazo, de 30 años o más, que superan con mucho la vida útil de las misiones con satélites.

Para contrastar todos los datos, la ESA ha puesto en marcha la Iniciativa sobre el Cambio Climático (CCI), que integra conjuntos de datos de distintas misiones de observación de la Tierra para producir los registros globales y a largo plazo más completos posibles con relación a los principales factores que influyen en la Tierra: las llamadas variables climáticas esenciales.

Estos conjuntos de datos muestran pruebas claras de cambios en nuestro clima. Para obtener una completa visión de los cambios en el clima de nuestro planeta a través de los ojos de los satélites, se puede consultar un nuevo libro digital para tabletas iPad y Android que ofrece mapas interactivos y entrevistas en vídeo con científicos destacados, según la ESA.