Ministerio de Agricultura

El Tajo «ha muerto»

Los municipios ribereños califican 2017 de año «nefasto» para el río

El pantano de Entrepeñas, en una imagen tomada en una de las últimas sequías
El pantano de Entrepeñas, en una imagen tomada en una de las últimas sequíaslarazon

Los municipios ribereños han calificado el año 2017 que termina como «nefasto» para los embalses Entrepeñas y Buendía, que están a menos del 9,5 por ciento de su capacidad total, y lamentan que el Tajo está «muerto» pero en Levante piden más trasvases, informa Efe.

«La situación es lamentable, la ministra Tejerina y las políticas de Rajoy y Cospedal han llevado a una situación límite a los embalses de cabecera del Tajo y a sus municipios ribereños, muertos de sed y sin inversiones por parte del Gobierno. Europa empieza a alertarse y los ribereños exigimos soluciones», han afirmado en una nota de prensa.

El presidente de la Asociación de Municipios Ribereños, Francisco Pérez Torrecilla, ha admitido que «se hace difícil pedirle algo bueno al 2018, porque sabemos que hoy por hoy no está en la agenda del Gobierno poner solución a esta situación de la única forma en que es posible hacerlo: dinamitando definitivamente el trasvase».

Aún siendo el año menos lluvioso, en 2017 se han trasvasado oficialmente 82,5 hectómetros cúbicos de agua, dejando Entrepeñas y Buendía en una «paupérrima» capacidad, según los ribereños.

Sobre la petición de los agricultores del SCRATS pidiendo un trasvase extraordinario, Pérez Torrecilla ha dicho: «van a trasvasar cieno mezclado con nuestras lágrimas, que es lo único que queda; y pronto pedirán también nuestra sangre».

Según sus datos, hay que remontarse a 2006 para observar cifras tan bajas de agua embalsada, un año en que la cabecera estaba al 9,74 % de su capacidad.

«Nos queda la esperanza de que la Comisión Europea nos ha dado la razón, calificando como insostenible el trasvase y urgiendo a poner en marcha las desaladoras para las que tanto dinero se aportó desde la propia Unión», ha manifestado Pérez Torrecilla. EFE