Ecologismo

La biodiversidad de la Antártida, igual de amenazada que el resto

Un estudio internacional realizado por 23 investigadores de Australia, Canadá, España, Estados Unidos, Mónaco, Noruega, Nueva Zelanda y Reino Unido desacredita la opinión popular de que la Antártida y el océano Antártico están en mucho mejor estado ecológico que el resto del mundo

Dos pingüinos sobre un bloque de hielo en la Antártida
Dos pingüinos sobre un bloque de hielo en la Antártidalarazon

El trabajo, publicado en la revista ‘PLOS Biology’ y en el que ha participado Roser Puig Marcó, de la Universidad de Barcelona, compara la biodiversidad antártica y su gestión con la del resto del mundo y muestra que esa región está evolucionando relativamente bien en algunas áreas, como la gestión de especies invasoras, pero se está quedando atrás en otras, como la gestión de áreas protegidas y la regulación de la bioprospección, mientras se avecinan otras amenazas, informa Servimedia. “La biodiversidad en la región antártica a menudo ha caído entre las grietas, sin juego de palabras teniendo en cuenta las grietas que se están desarrollando en la cubierta de hielo”, apunta Peter Stoett, profesor de Ciencias Políticas en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad Concordia (Canadá). Para Stoett, que ha hecho extensas investigaciones sobre la política de especies invasoras y la gobernanza de los océanos, los resultados del estudio son “bastante sombríos”. “La biodiversidad es desafiada en esta región al igual que en cualquier otro lugar, a pesar de la naturaleza relativamente impoluta del paisaje”, añade. Stoett indica que “cada vez más personas visitan la Antártida a través del turismo y la sobrepesca sigue siendo un problema, pero las mayores amenazas provienen de las tendencias mundiales: océanos más cálidos, derretimiento de la capa de hielo y contaminación transnacional, por ejemplo. Esto no debe eclipsar algunos éxitos, pero tenemos que ser vigilantes y conscientes de lo que está sucediendo”, recalca. Para realizar el estudio, Stoett y los otros 22 coautores se reunieron en Mónaco y se centraron en 20 objetivos de biodiversidad, conocidos como Objetivos de Aichi, establecidos por la Convención sobre Diversidad Biológica para ayudar a detener la pérdida global de biodiversidad. Este estudio traslada por primera vez los Objetivos de Aichi a la Antártida y el océano Antártico, áreas que en conjunto representan alrededor del 10% de la superficie del planeta. «En general, la perspectiva de gestión de la biodiversidad y la conservación para la Antártida y el océano Antártico no es diferente a la del resto del planeta», subraya Steven Chown, autor principal del estudio y director de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Monash (Australia). En opinión de Stoett, es importante ir más allá del Sistema del Tratado Antártico, que protege a la Antártida para la investigación científica, y desarrollar una estructura de gobierno para la biodiversidad en la región. «Aunque existen acuerdos entre los países del Tratado Antártico para proteger los recursos naturales, necesitamos un esfuerzo más concertado que incluya aspectos como los efectos del turismo y un mejor seguimiento de las áreas dedicadas a la conservación. En general, necesitamos una plataforma de investigación científica y política más amplia para la conservación antártica, y debemos darnos cuenta de que las contribuciones al cambio climático, los residuos marinos y la acidificación de los océanos están teniendo graves impactos no sólo en los ping~inos en esa región», concluye Stoett.