Ciencia

Los aerosoles en la atmósfera avivan la tormenta

Según un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Texas en Austin

Una tormenta en San Sebastián, en una imagen de archivo
Una tormenta en San Sebastián, en una imagen de archivolarazon

Una gran cantidad de partículas de aerosol en la atmósfera puede aumentar la vida de las nubes de tormenta, que se hacen más grandes y producen tormentas más extremas cuando descargan precipitaciones, un fenómeno popularmente conocido como ‘gota fría’, según un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Texas en Austin en colaboración con investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder y del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, informa Servimedia.

El estudio, publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, es el primero que aborda el impacto de las partículas de aerosol en la vida útil de los grandes sistemas de tormenta, llamados sistemas convectivos de mesoescala, que son complejos y a menudo violentos y que pueden abarcar varios cientos de kilómetros.

Estos sistemas son la fuente principal de precipitaciones en los trópicos y en latitudes medias del planeta, y su vida puede tener una gran influencia en la variabilidad de las lluvias, especialmente las extremas que causan inundaciones.

Los aerosoles son partículas atmosféricas diminutas que forman el núcleo dentro de una nube, alrededor del cual el agua se condensa para formar la nube. Pueden proceder de fuentes naturales como las erupciones volcánicas o el polvo del desierto, o de fuentes artificiales como la quema de madera, carbón o petróleo.

La investigación, dirigida por científicos de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Texas en Austin, analizó los datos de satélite de 2.430 sistemas de nubes convectivas y encontró que los aerosoles pueden triplicar en 24 horas la vida útil de estos sistemas, dependiendo de las condiciones meteorológicas regionales. «Una partícula de nube es básicamente agua y aerosoles. Es como una célula. El aerosol es el núcleo y el agua es el citoplasma. Cuantos más aerosoles tienes, más células obtienes. Y si tienes más agua, debes conseguir más lluvia», explica Sudip Chakraborty, autor principal del estudio.

Este trabajo es el primero en calibrar la importancia relativa de los aerosoles en la vida de las nubes de tormenta en comparación con condiciones meteorológicas como la humedad relativa, la energía convectiva disponible y el viento, apunta Rong Fu, coautor del estudio, quien indica que, pese a que las condiciones del tiempo siguen siendo más importantes en la vida útil de un sistema de nubes convectivas, los aerosoles tienen un impacto significativo. Fu apunta que una de las dificultades para realizar el estudio fue que los satélites que proporcionan datos sobre el contenido de aerosoles en nubes pasan generalmente por el mismo punto de la Tierra dos veces al día, de manera que no hay suficiente información sobre la vida útil de un sistema convectivo de nubes. Sin embargo, Chakraborty fue capaz de abrir nuevos caminos con datos de los satélites geoestacionarios que vuelan mucho más alto y se mantienen en la misma ubicación con respecto a la superficie de la Tierra.

Daniel Rosenfeld, de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) y uno de los principales investigadores del mundo en esta materia, recalca que los científicos han investigado los efectos de los aerosoles en las nubes convectivas profundas y el clima durante más de una década, sobre todo el papel de las nubes en reflejar la radiación solar y la emisión de radiación térmica en el espacio, lo que puede influir en el equilibrio radiativo en la atmósfera y la temperatura de la Tierra.

«Este es el primer estudio que muestra el ciclo de vida completo de nubes convectivas en una manera estadísticamente significativa en una escala del clima», comenta Rosenfeld, quien añade: «Éste es un paso importante para determinar el impacto de las nubes en el forzamiento radiativo”.