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Los científicos cuestionan el aumento artificial de plancton en los océanos

Fertilizar con hierro los océanos del hemisferio sur para que tengan más plancton que capture el dióxido de carbono y mitigar así el cambio climático es menos efectivo de lo que se esperaba, según un estudio científico internacional en el que ha participado la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

El estudio, publicado en la revista «Nature Geoscience», ha sido llevado a cabo por un equipo internacional de científicos, con la participación de Patrizia Ziveri, profesora en el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental (ICTA) de la UAB.

La investigación revela que los ecosistemas marinos responden de manera compleja a la fertilización con hierro de los océanos del hemisferio sur, reduciendo la eficiencia del transporte de dióxido de carbono en las profundidades.

Investigadores de Francia, Alemania, España y Reino Unido han descubierto que la fertilización con hierro hace crecer pequeños organismos con concha que se alimentan del fitoplancton y que producen dióxido de carbono al construir sus conchas calcáreas.

En el sistema analizado, cerca de las Islas Crozet (Océano Índico), la fertilización por hierro se produce de forma natural.

Allí el crecimiento y el hundimiento de estos organismos marinos reducen el almacenamiento de dióxido de carbono hasta un 30 por ciento y los investigadores han descubierto que ignorar la respuesta de estos organismos puede suponer un cálculo sobreestimado de la capacidad de almacenamiento de CO2.

Los investigadores han explicado que los océanos del hemisferio sur juegan un papel destacado en el intercambio de dióxido de carbono entre la atmósfera y el océano.

El fitoplancton actúa como una esponja natural para el dióxido de carbono y, cuando el plancton muere, se hunde en el océano y almacena parte del dióxido de carbono que absorbe, un proceso al que los científicos llaman «bombeo biológico del carbono».

Aunque muchas zonas de los océanos del hemisferio sur son ricas en nutrientes, a menudo no tienen hierro, lo que limita el crecimiento del fitoplancton.

Los oceanógrafos piensan que añadir hierro a las aguas de estos océanos podría estimular el crecimiento del fitoplancton y el «bombeo biológico del carbono».

Los científicos creen que este proceso explica parcialmente ciclos en el dióxido de carbono atmosférico que han tenido lugar en la Tierra en su historia reciente, y por eso han debatido su uso como una estrategia para mitigar el cambio climático.

«Sin embargo, para entender el almacenamiento neto de dióxido de carbono en el interior del océano, el fitoplancton hundido es sólo una parte de la historia», ha explicado Ian Salter, investigador del Alfred Wegener Institute.

«Este fitoplancton -según Salter- puede ser fuente de comida para ciertos animales que se alimentan de plancton, que a su vez forman conchas de carbonato cálcico, un proceso que produce CO2».