Medio Ambiente

Solidaridad entre murciélagos

Los amigos ayudan a los murciélagos hembra a lidiar con la pérdida de un miembro del grupo, según un estudio

Varios murciélagos, en una imagen de archivo
Varios murciélagos, en una imagen de archivolarazon

Las hembras murciélagos forman fuertes lazos sociales con sus madres e hijas mientras preparan y comparten comidas regurgitadas de sangre, además de formar amistades con murciélagos menos relacionados. El investigador Gerry Carter, del ‘Smithsonian Tropical Research Institute’ (STRI), y sus colegas descubrieron que los amigos no relacionados son un importante respaldo cuando los miembros de la familia desaparecen, informa Europa Press

Cuando eliminan a un donante importante de alimentos, como una madre o una hija, de la red social de un murciélago, las hembras que previamente construyeron más amistades con individuos no familiares se enfrentan mejor con su pérdida y consiguen más comida que las hebras que sólo invierten en parejas cercanas.

«¿Es mejor tener unos fuertes vínculos sociales o un mayor número de lazos sociales más débiles? --plantea Carter--. La teoría sugiere que siempre se debe invertir en el socio cooperativo que ofrece las mejores rentabilidades, pero claramente, un animal social no debe poner todo su tiempo y energía social en una sola relación, especialmente en un entorno social impredecible. Es como poner todos los huevos en una cesta».

«Las hembras no empiezan a reproducirse hasta que tienen dos años de edad --explica el coautor Gerald Wilkinson, profesor de Biología en la Universidad de Maryland, Estados Unidos--. Sólo tienen una cría por año, por lo que el número de hembras estrechamente relacionadas tiende a ser bajo».

«Los murciélagos que alimentan a más individuos que no son parientes no suelen ser mejores alimentándose cuando tienen hambre --resalta Carter--. Entonces, ¿por qué cuidar a los ‘amigos’ no familiares? Descubrimos que en la rara ocasión en que pierden un importante donante de alimentos, lo hacen mucho mejor y su red social de donantes de alimentos es más amplia y robusta».

Los murciélagos vampiros viven al filo. Si no consiguen lo suficiente para comer, no les lleva mucho tiempo morir de hambre. Sus parientes cercanos y amigos a menudo intervienen, compartiendo comidas de sangre. Fortalecer las relaciones mediante la alimentación de un posible donante es una manera de aumentar las posibilidades de ser alimentado. Tener un gran número de donantes potenciales es otra.

El equipo controló las interacciones sociales en una colonia cautiva de unos 30 murciélagos comunes (’Desmodus rotundus’) durante cuatro años, analizando cómo estaban relacionados los murciélagos estaban basándose en sus genes. Carter eliminó a las hembras individuales del grupo durante un periodo de 24 horas de ayuno y, justo antes de devolverlas al grupo, quitó a una de los principales donantes de alimentos del murciélago, generalmente su madre o hija, y miró cómo cada murciélago hizo frente a este cambio en su red social.

Los murciélagos vampiros comunes son nativos de los trópicos y subtrópicos americanos, donde a menudo se alimentan de ganado, especialmente donde los bosques han sido reemplazados por pastizales. «No es raro que un murciélago salga a buscar alimento y no consiga comida y no es raro que su pariente más cercano haya cambiado a un escondrijo diferente esa noche --describe Carter--. Estamos recreando una situación a la que los murciélagos se pueden enfrentar con bastante frecuencia». EP