Secuestros

Megaoperativo de la Policía mexicana en el barrio donde fue secuestrada Villar

Las autoridades aseguran que la investigación está muy avanzada y consideran que María Villar fue una víctima «al azar».

El titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, Gustavo Salas, reveló que las autoridades mexicanas ya tienen un «perfil criminal» del grupo que perpetró el secuestro y asesinato.
El titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, Gustavo Salas, reveló que las autoridades mexicanas ya tienen un «perfil criminal» del grupo que perpetró el secuestro y asesinato.larazon

Las autoridades aseguran que la investigación está muy avanzada y consideran que María Villar fue una víctima «al azar».

Las autoridades mexicanas han llevado a cabo un megaoperativo de seguridad en el barrio de Santa Fe, en la Ciudad de México, lugar donde la semana pasada fue secuestrada María Villar Galaz, la sobrina del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Angel María Villar, cuyo cadáver apareció días después.

Tras la polémica que se ha suscitado en torno a la inseguridad en la capital del país, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la delegación Cuajimalpa han desplegado a unos 200 efectivos con el objetivo de controlar los problemas de seguridad.

Además de Santa Fe, la operación se lleva a cabo en diferentes colonias de la demarcación.

La investigación sobre el asesinato de la española María Villar "está avanzando y se espera tener pronto información"para resolver el caso, afirmó hoy la coordinadora nacional antisecuestro de México, Patricia Bugarín, quien enfatizó la necesidad de mantener en reserva los detalles de las pesquisas.

"Hay información que ya se tiene pero que todavía no se puede compartir porque sería poner en riesgo la investigación misma", dijo Bugarín en una conversación telefónica con Efe.

Señaló que los datos recabados hasta ahora están llevando a las autoridades "por un camino de investigación, y cuando esté concluido vamos a poder afirmar quiénes integraron (el grupo que secuestró y asesinó a Villar), cómo se venían conformando, cuáles eran las actividades de cada uno y cuál es la forma en que ocurrieron los hechos".

"Antes de concluir la investigación no podemos hacer afirmaciones contundentes sobre la forma en que actuó el grupo", añadió.

Subrayó la necesidad de mantener discreción en cuanto a los resultados de las pesquisas, ya que si se comparte información clave "no solamente el público interesado la escucha, sino que también la delincuencia escucha".

"Por eso somos cautos y prudentes y pedimos que se abra ese compás de espera en lo que la investigación concluye", dijo, y aseguró que "se va a llegar hasta donde las posibilidades de la investigación lo permitan; se está avanzando y se espera tener pronto información para resolverlo".

Por otro lado, señaló que las autoridades no tienen hasta ahora información que sugiera que Villar fue un objetivo predeterminado y al parecer fue una víctima al azar de un "secuestro exprés"que después cambió.

"Lo que nos arroja hasta el momento la investigación no nos puede dar datos para afirmar que era un objetivo. Pareciera que fue una víctima al azar", expuso.

La funcionaria de la Comisión Nacional de Seguridad de la Secretaría de Gobernación (Interior) corroboró que, según la información con que se cuenta hasta ahora, Villar fue llevada por sus captores el 13 de septiembre en la Ciudad de México a cajeros automáticos para robarle dinero de sus cuentas bancarias.

"Es correcto, con la información que se tiene, que pudo haber disposiciones de efectivo, y eso es compatible con la modalidad del secuestro exprés para hacer uso de las tarjetas", apuntó Bugarín.

Sobre declaraciones hechas en una entrevista televisiva en el sentido de que los captores de Villar no eran profesionales, lo que propició que las cosas se salieran de control y acabaran matándola, aclaró: "Señalamos que los datos que teníamos hasta ese instante nos podían llevar a pensar que de inicio lo que pudo haber sido un secuestro exprés mudó en sus características".

"No tenemos hasta este momento, que podamos compartir, datos que nos indiquen que se trata de un grupo organizado con otras características. Ya será la misma investigación la que nos lleve a determinar eso", abundó.

El subprocurador (vicefiscal) del Estado de México, Germán García, reveló el martes a Efe que la víctima fue hallada sin vida el 15 de septiembre atada de pies y manos y con una bolsa en la cabeza que le causó la muerte por asfixia, lo que sugiere un homicidio deliberado y no accidental.

Al respecto, Bugarín señaló: "Los datos que arroja tanto la necropsia como el cronotanatodiagnóstico (estudio sobre el momento de la muerte) están siendo valorados por el ministerio público".

También indicó que en la investigación "toda la tecnología que pudiera ser utilizada está siendo consultada".

"El trabajo de investigación incluye recabar información tanto de elementos de tránsito, cámaras, etcétera. Todo eso se está haciendo con la colaboración de las autoridades de la Ciudad de México y en conocimiento de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada"de la Procuraduría (fiscalía) federal.

Al preguntársele cuál había sido la prueba de vida que los captores dieron a los familiares de Villar para exigir rescate, dijo que no puede revelarlo por ahora. "Sí hubo una forma, y en ese momento fue suficiente para la familia para corroborar que se encontraba la víctima con vida", agregó.

También se abstuvo de precisar la cantidad que los familiares pagaron "para no generar expectativas o una información que pudiera ser utilizada por la delincuencia".

"Es una información que obra en al carpeta de investigación. Las autoridades estamos investigando, se está trabajando, y en el momento procesal oportuno lo compartirán", puntualizó.

Una fuente gubernamental dijo el miércoles a Efe que la familia de la víctima, sobrina del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, pagó unos 3.275 dólares (cerca de 3.000 euros) a los secuestradores de la mujer, de 39 años, lo que no impidió que fuera asesinada.