Mascotas

No le pidas a Papá Noel que te traiga un perro por Navidad

El 22 por ciento de los españoles reconoce que le gustaría recibir un perro o gato como regalo navideño
El 22 por ciento de los españoles reconoce que le gustaría recibir un perro o gato como regalo navideñolarazon

Uno de cada cuatro españoles declara haber pensado alguna vez regalar un animal de compañía. Por contra, el 78% considera que regalar un perro o gato no es adecuado

La Navidad viene cargada de regalos y, en ocasiones, uno de estos paquetes lleva orificios de ventilación y oculta en su interior un pequeño ser vivo. El destinatario del regalo suele ser un niño que se muestra encantado con su nuevo juguete: un cachorrillo. Con el paso de los meses, el perro crece, el interés decae, las responsabilidades son «demasiadas» y se produce un abandono. «Sabemos que casi miles de animales llegan a los hogares españoles en forma de regalo, convivir con un gato o perro es una decisión sumamente importante que nadie debería tomar por otra persona», sostiene Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity. A pesar de ello, y según una encuesta de la compañía, el 25% –es decir, uno de cada cuatro españoles– declara haber pensado alguna vez regalar un animal de compañía, y el siete por ciento ha llevado a la práctica esta idea. Por contra, según datos de la misma encuesta, sólo un 22% de los españoles reconoce que le gustaría recibir un perro o gato como regalo navideño. El 78% restante considera que un animal de compañía no es un regalo para recibir en navidades, ni en su cumpleaños, aniversario, u otras fechas especiales.

Desde el «alma» de Affinity –así es como ellos mismos se refieren a la fundación– han llevado a cabo un esfuerzo encomiable al defender que los animales no son cosas, sino seres vivos. Tan es así que, junto con el Observatorio Justicia y Defensa Animal, lograron el pasado 13 de diciembre que el Congreso apoyase, por unanimidad, que se dejara de considerar a los animales de compañía «bienes inmuebles». En su compromiso por garantizar el bienestar de los animales y su objetivo de reducir el abandono, Affinity alerta sobre la necesidad de pararse a pensar antes de tomar la decisión de obsquiar a nuestros seres queridos con un perrito, pues supone incorporar un nuevo integrante al entorno familiar. Según su directora, «la reflexión antes de decidirse a compartir la vida con un gato o un perro es clave para evitar futuros abandonos». Cada año son abandonados en España alrededor de 100.000 perros y 20.000 gatos. Un dato que se torna aún más escalofriante si tenemos en cuenta que la gran mayoría de estos animales (más de un 90%, según algunos informes de organizaciones animalistas) acaban muriendo por desnutrición, atropello y otras causas derivadas del abandono. Por estas fechas, un artículo que Arturo Pérez Reverte escribió en la Nochebuena de 2012 suele reaparecer para azotar conciencias. «Antes de ir a la tienda de mascotas esta Navidad, mírate al espejo. Y si no te convence lo que ves, mejor les compras un peluche», concluye, Pérez Reverte. Pues bien, esto es, precisamente, lo que las protectoras de animales no se cansan de repetir una y otra vez –y más cuando se acercan fechas tan propicias para hacer regalos–, que los perros, los gatos y cualquier otro animal no son peluches. «Regalar un animal es una decisión que durará los próximos 10-15 años de tu vida y la debes tomar por ti mismo. Nadie lo debe hacer por ti», insiste Nacho Paunero, presidente de El Refugio, una organización española especializada en la ayuda a perros y gatos abandonados y/o maltratados. En la protectora tienen más de 200 perros y 70 gatos. «Todos están esperando una familia que les adopte, quien lo haga, realiza una labor fantástica. Incluso cabe la posibilidad de que nosotros rescatemos del abandono a otro, por eso adoptar para nosotros es fundamental».

Según cifras de Affinity, en el año que termina, sólo el 45% de los animales abandonados fueron adoptados. Para evitar este tipo de cifras Paunero propone como solución «concienciar a la sociedad de que un perro no es un juguete, sino un compañero más de vida. Realizar adopciones que sean buenas para ambas partes: saber cómo son los perros y realizar un seguimiento de las familias que adoptan», concluye.