Cataluña, el paraíso de los clubes de cannabis

Barcelona, Granada, Gandía, Formentera o Canarias son lugares en los que el cannabis es «fácilmente obtenible», según páginas web especializadas en el llamado «turismo verde» como We Be High. Este portal ilustra a los consumidores que paseen por Barcelona sobre los lugares donde «puedes fumar en casi cualquier sitio» mientras, eso sí, «no sueltes el humo en la cara de un policía». Según la Federación de Asociaciones Canábicas (FAC), el número de clubes sociales que consumen cannabis ha ido en aumento hasta situarse en más de 400, que acogen en torno a 100.000 de los tres millones de consumidores que hay España. 200 de estos centros se encuentran en Cataluña, donde esta guía invita a los extranjeros a unirse a los «coffee shops». Éstos quedan supuestamente enmascarados bajo la apariencia de clubes de cannabis «con membresía requerida», pero conseguir acceso a su producto no es difícil, ya que «sólo hay que pedírselo amablemente a un miembro», aconseja la página. Sin embargo, José Afuera, presidente de la FAC en Cataluña, defiende un modelo «que beneficie a la sociedad y que no sirva para crear una forma de narcoturismo» y manifiesta que «en las asociaciones no se permite la entrada a personas ajenas», aunque admite no conocer «si miembros particulares pueden estar invitando a turistas». El penalista Martí Cánaves defiende que «son legales todas las asociaciones sin ánimo de lucro, constituidas por personas mayores de edad y con acceso reservado sólo a sus miembros». Sin embargo, apunta que «la Ley reconoce el derecho de asociación, por lo que cualquier ciudadano mayor de edad se puede asociar con este fin». En todo caso, si el turista está «muy desesperado», siempre puede obtener hachís «fácilmente bajando por Las Ramblas hasta la playa», al igual que en famosos enclaves turísticos de Canarias, donde «hay chicos en las puertas de los bares turísticos intentando vender unos gramos de coca, hachís o marihuana a buen precio», de acuerdo con We Be High.