Automóvil

Sin aire, la baca a tope y madrugando, así viajabamos antes

Así viajabamos hace no tanto tiempo
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Sin aire acondicionado, con maletas en las bacas, sin cinturón de seguridad, sin dirección asistida... Así viajabamos hace no tanto tiempo. Los viajes eran interminables gracias a las carreteras nacionales. Hoy todo es más fácil. Las infraestructuras por carretera han mejorado así como los coches en los que viajamos. Hacemos un repaso nostálgico a aquellos viajes de nuestra infancia.

Madrugar para salir

El aire climatizado era un bien desconocido por lo que, tal y como se asegura desde HTMBoxes, las familias se veían obligadas a madrugar si no querían padecer las altas temperaturas del mediodía. “Antes, lo normal era despertarse a eso de las 4:00 y salir de viaje cuanto antes. De esta manera, se aprovechaban las horas del día en las que menos calor hace en verano. Otra opción era viajar de noche, con el consiguiente peligro”, comentan desde HTMBoxes. Tanto en un caso como en otro las ventanillas bajadas eran la tónica, con la posibilidad de que entraran insectos y la incomodidad del viento en la cara durante todo el trayecto.

Maleteros pequeños

Los maleteros no disponían de las dimensiones que tienen los coches de ahora. Por este motivo, era muy común ver por la carretera bacas repletas de equipaje. De esta forma, el perfil aerodinámico del coche aumentaba y esto hacía que se consumiera más gasolina. El perfil de las carreteras también cambiaba mucho con esas siluetas llenas de maletas, bicicletas y demás enseres.

Maniobras imposibles

Ya casi nadie se acuerda de que hace unos años la dirección asistida no existía. Aparcar o realizar una maniobra de cualquier tipo se transformaba en una costosa situación y más, si cabe, si era en verano. “Todos recordamos a la persona que conducía cuando íbamos de viaje, realizando giros y más giros, para conseguir mover el coche”, apuntan desde HTMBoxes.

Los mejores “hits” en el radiocassette

Ahora es un USB conectado con más de 2.000 canciones, pero anteriormente, la “banda sonora” del viaje por carretera la ponía el radiocassette. Ese que cuando se salía del coche, se venía con el conductor por temor a un robo. Las canciones del momento sonaban a través de los cassettes que la familia elegía con esmero, pues les iban a acompañar durante horas y horas.