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Sir Roger Fry: «Los ingleses educamos, no sólo enseñamos»

Trajo la educación británica a España y ahora apuesta por las «free Schools»

Sir Roger Fry
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Lo mismo se le encuentra en las carreras de Ascot que en la feria de Sevilla. Sir Roger Fry no se imaginaba cuando llegó a España en los años sesenta que la reina Isabel II le acabaría nombrando Caballero del Reino por sus servicios a la educación británica a nivel internacional y por sus servicios a las relaciones culturales hispano-británicas. Vino de vacaciones y acabó abriendo el primer colegio en España de educación británica y fundando el King's Group.

–¿Cuántos años lleva en España?

–Cuarenta y seis.

–¿Y después de todo este tiempo sigue tomando el té de las cinco?

–Tomo té y también vino, tapas y jamón serrano. Tengo la suerte de poder disfrutar de las cosas buenas de Inglaterra y de España.

–¿Cuáles fueron los motivos que le llevaron a lanzarse al mundo educativo en España?

–Yo ya había estado en el mundo de la educación en Inglaterra. Vine aquí de vacaciones en el año 1968 y me gustó mucho el país. Mi idea era trabajar dos o tres años como profesor universitario y aprovechar para conocer mejor España. Entonces mucha gente me dijo que faltaban colegios, especialmente británicos, y me animaron a fundar uno.

–Y fue entonces cuando se lanzó a la aventura de abrir un colegio británico...

–Sí. Había un liceo francés, un colegio alemán... Así que fundamos un colegio con currículo, profesores y exámenes británicos.

–¿Eran españoles o ingleses afincados en España los que demandaban este tipo de educación?

–Una mezcla. En nuestros colegios tenemos más de 80 nacionalidades, pero desde el primer momento fue una opción interesante y atractiva para las familias españolas.

–¿Qué define a la educación británica y la diferencia del modelo español?

–En primer lugar, el idioma. El inglés es una lengua universal y la gente ve que eso es una ventaja importante. La educación inglesa ha cogido fama en el mundo por sus tradición de educar a los alumnos, no sólo de enseñar asignaturas. No se trabaja sólo con un libro de texto ni se aprende de forma memorística. Hay que investigar los temas utilizando varios libros e internet para llegar a la conclusión que uno necesita. También potenciamos el trabajo en equipo, porque solos no hacemos nada. Desde una edad muy temprana a nuestros alumnos se les enseña a colaborar y liderar un grupo y obtener la información y los resultados que se quieren a través de una educación más activa y más participativa.

–¿Qué pros y contras encuentra en el sistema español? ¿Cree que ahora las reformas que se hacen van en la línea del modelo británico?

–Sí, es posible. No soy experto en la educación española, pero lo que veo es un intento del ministro de actualizar la formación y hacerla más al estilo anglosajón. Esto me parece un acierto. Lo que resulta muy difícil en un sistema educativo es hacer cambiar a todo un grupo de profesores. No sólo aquí, sino en todo el mundo. Hay que hacer mucha formación de docentes. No se puede trabajar en contra del profesorado porque no vas a conseguir nada. Hay que trabajar con ellos y convencerles de que lo que están haciendo está bien, pero podría estar mejor. Nosotros siempre estamos abiertos a los cambios. Los tiempos van cambiando y hay que actualizar la educación a los tiempos que corren. Los alumnos de hoy en día trabajarán probablemente en profesiones que todavía no existen. Está cambiando todo rápidamente.

–¿En qué pilares se debe basar la formación de los jóvenes de hoy para poder desarrollar con éxito un trabajo en el futuro?

–Aprender valores en la vida es esencial. El respeto es muy importante porque el mundo se hace cada vez más pequeño y tenemos que convivir todos. Nuestro continente está inspirado desde hace 2000 años por la fe cristiana. No debemos renunciar a nuestra propia cultura y creencias.

–¿Es partidario de que se imparta Religión como asignatura?

– Sí. Se debe educar a los alumnos en las creencias cristianas, pero no adoctrinar. Son los alumnos los que tienen que llegar a sus propias conclusiones. También está bien que se enseñe algo de otras religiones porque vivimos en un mundo en el que hay diversidad de creencias y si uno aspira a estar bien educado tiene que entender cuáles son las diferencias

–¿Cuántos colegios tienen?

–Siete repartidos en España, Panamá e Inglaterra.

–Ahora se va a lanzar a la aventura de poner en marcha dos «free schools» en Inglaterra. ¿En qué consiste este modelo?

–El Gobierno británico está trabajando en conseguir la gestión privada de los colegios públicos y eso quiere decir que organizaciones o entidades privadas pueden tener la aprobación del Gobierno para administrar colegios públicos sostenidos con fondos públicos. Nosotros tenemos la autorización para montar dos colegios bilingües inglés-español.

–¿Por qué se lanza a un proyecto como éste?

–Creo que beneficia a la sociedad inglesa tener colegios bilingües y a nosotros nos permite tener más contactos dentro del mundo educativo inglés y tener un mayor intercambio de profesores y de ideas.

–¿La educación británica es para familias de élite o cualquiera puede acceder a ella?

–Los colegios británicos fuera de Inglaterra no tienen subvención del Gobierno, así que para sostenerse necesitan cobrar. Pero también tenemos becas para alumnos aventajados con familias no boyantes económicamente. No es nuestra intención tener alumnos de élite, sino académicamente de élite. Hay muchas familias que hacen grandes sacrificios para llevar a sus hijos a un determinado colegio. Recortar gastos de donde haga falta. Dejar a los hijos una buena educación es proporcionarles una educación privilegiada para el mundo que viene.