Tres días sin noticias de Diana, desaparecida al volver de una fiesta

La pista de la joven de 18 años se perdió la madrugada del lunes en un municipio coruñés

Entre el silencio, la angustia y una búsqueda incesante se debate desde el lunes la localidad coruñesa de de A Pobra do Caramiñal, lugar donde fue vista por última vez la joven madrileña Diana María Quer López-Pinel, de 18 años y desaparecida desde el lunes. Veraneante habitual de la zona desde la infancia, Diana acudió a una fiesta la noche del domingo, junto a varias amigas. Algunas horas después, sobre las dos de la madrugada, habría decidido despedirse para emprender el regreso a casa. Desde ese momento, se desconoce qué es lo que sucedió y cuál fue el motivo que le impidió llegar a casa.

La Guardia Civil opta por el mutismo y la cautela para evitar incurrir en «excesos que repercutan negativamente en el curso de la investigación». Si bien, afirman que «todavía no se descarta ninguna hipótesis. Todo el equipo de la Policía Judicial de La Coruña está trabajando para encontrar a Diana. Nunca había habido un caso similar por la zona». Según Diana López, madre de la joven, también su familia y seres queridos siguen en el mismo punto que la madrugada en la que se produjo la desaparición: «No tenemos ninguna novedad y no hay nada que sepamos con total seguridad. Prefieren “dejarnos al margen” para evitar filtraciones que entorpezcan la investigación», asegura. «Según nos han hecho saber, se manejan dos hipótesis. La primera de ellas es que Diana se dirigía a su casa, momento en el que habría sido vista por última vez por alguien desde un coche. La segunda es que se dirigía hacia el puerto. Ésa es la última versión que baraja la Policía. Diana no tenía que pasar por el puerto para regresar a casa. Tampoco se sabe con certeza si iba sola...Puede que estuviera acompañada por otra persona».

Según el «Diario de Arousa», la joven habría mandado pasadas las dos de la madrugada un mensaje a un amigo advirtiéndole de que «estaba acojonada porque un hombre le estaba diciendo “Morena, ven aquí”». Si bien, la desaparición se produjo en torno a las dos y media de la madrugada, no fue hasta las ocho y media de la mañana cuando su madre se percató de que su hija no estaba en su habitación. Intentó localizarla a través del móvil, pero se encontraba apagado. A continuación, decidió acudir a la Guardia Civil y ese mediodía puso formalmente la denuncia en el cuartel de Boiro. Ningún amigo pudo ayudarles a dilucidar dónde se encontraba Diana o qué podría haberle pasado. De lo que no le cabe duda alguna a su madre es de que su hija no tomó la decisión de desaparecer, de huir, por voluntad propia. «Nunca hemos vivido una situación parecida, ella no se ha ido por voluntad propia. Es una niña muy buena». Por el momento, se aferran a la esperanza y sobrellevan la desesperación con el apoyo del pueblo. «Se han volcado con nosotros. Estamos batiendo Boiro y Ribeira y hoy mismo hemos estado repartiendo fotos de ella por todo el municipio».