Desaparición de Diana Quer

Diana Quer: La Policía interroga a los mismos testigos un año después

El móvil de la joven aporta nuevos datos que ponen en duda las declaraciones iniciales. La Guardia Civil ha reconstruido su desaparición aprovechando que A Pobra do Caramiñal celebraba sus fiestas

Diana Quer
Diana Querlarazon

Según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación, este nuevo paso en las pesquisas se debe a los datos que han aparecido en la placa del teléfono de Diana, un iPhone 6, desencriptado en julio.

Un año después de la desaparición de Diana Quer en la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal, los agentes de la Guardia Civil encargados de la investigación están llamando a declarar de nuevo a las personas relacionadas con la joven madrileña y que ya comparecieron en su momento. Según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación, este nuevo paso en las pesquisas se debe a los datos que han aparecido en la placa del teléfono de Diana, un iPhone 6, desencriptado en julio. En principio, tal y como adelantó este periódico el pasado 27 de julio, no se han hallado datos relevantes que pudieran conducir a la inmediata identificación del responsable –o responsables– de la desaparición de la joven. Sin embargo, los agentes sí han detectado «algunas diferencias» entre las declaraciones iniciales de los testigos y el entorno, y lo que ha aparecido en el teléfono de la desaparecida.

Si bien no se han observado contradicciones relevantes, la Guardia Civil, dentro de la estrategia de no dejar ningún cabo suelto, está pidiendo a los declarantes las razones por las que no aportaron algunos datos. Porque, según revelan las fuentes consultadas, en un inicio dieron algunos que se han demostrado inexactos y también fueron parcos en detalles en la descripción de otras otras circunstancias. Pese a que el secreto del sumario ya fue levantado, las fuentes informantes no han querido facilitar dónde se han detectado las inexactitudes, si es en las horas, mensajes, fotos o vídeos enviados, etcétera. No sería la primera vez que una nueva toma de declaración a los testigos permite avanzar en las investigaciones, ya sea porque esa persona, ante la evidencia de que su «mentira» ha sido descubierta, se derrumba, o porque decide facilitar informaciones que se había guardado ante la duda de que pudieran comprometerle.

Lo cierto es que el equipo de agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de La Coruña y de la Unidad Central Operativa (UCO), que todas las semanas, incluido el verano, viajan a la ciudad gallega para seguir in situ con la investigación, no ha dejado un día de trabajar en el asunto, que se ha planteado como un gran reto para la Benemérita.

En el primer examen del contenido de la placa base del teléfono móvil de Diana Quer no se encontraron datos que permitieran avanzar en las pesquisas. El hecho de que el teléfono móvil fuera lanzado al mar después de que alguien introdujera hasta en siete ocasiones una clave equivocada para poder acceder a su contenido, había creado expectativas de que pudiera contener alguna fotografía, mensaje o archivo que diera pistas sobre lo que le ocurrió aquella noche del 22 de agosto del 2016. Esa persistencia en intentar acceder al móvil quizá fuera para tratar de borrar algo que pudiera permitir identificar a los que estuvieron con la joven madrileña en los momentos anteriores a su desaparición. Porque, incluso si las fotos o archivos hubieran sido borrados, cabe la posibilidad de recuperarlos.

Pero no se encontró en él pista alguna. Pese a este primer chasco, los agentes del Instituto Militar optaron por comparar todas las declaraciones que habían tomado a personas relacionadas con Diana Quer, en especial el día de la desaparición y los anteriores, y fue entonces cuando se encontraron esas inexactitudes o contradicciones con lo declarado en un primer momento y lo que aparecía en el teléfono de la joven madrileña.

La Guardia Civil no da ningún caso por cerrado hasta que realmente lo está. Según manifestó el 26 de julio uno de los agentes a este periódico, «en algún momento se encontrará el hilo correcto entre los miles que tenemos encima de la mesa». Parecía un vaticinio, pues como avanzó este diario en septiembre del año pasado, la joven pudo haber deshabilitado casi todos los servicios que contenía su iPhone. Aún no se ha podido dar con el motivo por el que efectuó esta maniobra. Quizás ahora, alguno de los que están declarando de nuevo pueda aportar alguna pista al respecto.

Aunque el Juzgado de Intrucción número 1 de Ribeira ha archivado provisionalmente el caso, la Guardia Civil insiste en que eso no significa un descenso de actividad en la investigación. De hecho, la noche del sábado, aprovechando que A Pobra do Carabiñal celebraba sus fiestas patronales y se cumplía un año de la desaparición de Diana, varios agentes participaron en una reconstrucción de los hechos de aquella fatídica noche.