Nueva York

Un corazón de platino en el ojo, lo más «chic»

Luckayanko, de 25 años, se ha implantado un corazón de platino en su ojo derecho
Luckayanko, de 25 años, se ha implantado un corazón de platino en su ojo derecholarazon

Una joven de 25 años de origen ruso se implanta un corazón de platino en el ojo.

La moda no siempre es sinónimo de buen gusto. Muchos han sido los ejemplos de la extravagancia de los consumidores: desde los implantes de diamantes en los dientes, piercings de alta joyería o uñas con cristales de Swarosky. Sin embargo, siembre hay alguien dispuesto a ir más allá para diferenciarse de los demás. Es el caso de Lucy Luckayanko, una joven de origen ruso de 25 años. Según informa la cadena ABC News, Luckayanko estaba en un club nocturno de Nueva York, cuando un hombre se le acercó y le dijo: "Oh, tu ojo está brillando!". "Sí", respondió ella con una mirada llena de brillo, similar a la de los dibujos animados. "Tengo el platino en el ojo", respondió. La clave, un corazón de platino incrustado quirúrgicamente en su ojo derecho, que brilla cada vez que mira hacia arriba permitiendo que la luz evite la sombra de sus largas pestañas.

Esta extravagancia es obra del doctor Emil Chynn, que implantó la joya en el ojo de esta joven hace unas semanas en Park Avenue. El afán de protagonismo de Luckayanko no tiene límites y, además de pagar 3.000 dólares (2.200 euros), permitió que la intervención fuera pública. Chynn la operó frente a una ventana desde la que los transeúntes podían observar la operación. Para calmar los nervios de la paciente, el doctor le suministró un Valium y gas de la risa para que estuviera relajada.

Chynn, aque se gana la vida con la corrección de la visión mediante láser, utilizó la misma técnica para realizar el implante. hizo una abertura en la membrana que cubre la parte blanca del ojo y deslizó el corazón plateado curvado en su interior. "La hendidura era tan pequeña que ni siquiera necesitó puntos de sutura", dijo.

Luckayanko afirma que no nota nada en el ojo, aunque los primeros días sí tuvo la sensación de tener un cuerpo extraño. Esta mujer rusa ha sido la primera, pero no la única. Después de ella, Chynn ha recibido llamadas de otras cuatro personas que quieren hacer lo mismo.

La práctica no ha pasado desapercibida para la Academia Americana de Oftalmología, que mostró su disconformidad con la operación y pidió a los consumidores que no se sometieran a ese tipo de cirugías porque no están aprobadas por el departamento de Salud norteamericano. "La Academia Americana de Oftalmología no ha identificado pruebas suficientes para apoyar la seguridad o el valor terapéutico de este procedimiento", explica el organismo en un comunicado, en el que además advirtió de posibles complicaciones como la ceguera, infecciones oculares, sangrados, perforación del ojo y conjuntivitis. Chynn rechazó estos argumentos y le dijo a su pacuente que "no es posible"que vaya a perder su ojo. El tiempo lo dirá.