Doble crimen en Cuenca

Protocolo de máxima seguridad para extraditar a Morate

Sergio Morate durante su traslado al tribunal de Rumanía
Sergio Morate durante su traslado al tribunal de Rumaníalarazon

La extradición desde Rumanía de Sergio Morate, el sospechoso del asesinato de Marina Okarinska y de su amiga Laura del Hoyo en Cuenca, podría dilatarse 15 días más si se tiene en cuenta la petición de la Fiscalía rumana de ampliar la prisión cautelar para Morate, a pesar de que el Gobierno español tramita su extradición para que pueda ser juzgado en España «con la máxima urgencia».

Lo que parece claro es que, cuando se lleve a cabo el traslado a España para que sea juzgado por homicidio y asesinato, la Policía aplicará el protocolo de traslados previsto con una vigilancia policial más intensa por la alarma social que ha generado el caso en España y ante el temor que ha manifestado Morate ante las autoridades rumanas de que pueda sufrir represalias por parte de familiares de la joven Marina Okarinska, con quien mantuvo una relación durante cinco años que terminó las Navidades pasadas.

La Policía cuenta con ampliar el dispositivo policial en puntos que pueden resultar más conflictivos y en los que puedan producirse más aglomeraciones de gente que pueda arremeter contra el sospechoso ante la ola de indignación que ha generado el caso.

Morate, siguiendo el protocolo de traslados, está previsto que sea llevado a España al menos con dos policías vestidos de paisano, aunque con el chaleco que indica su condición de agentes. Durante el vuelo no irá engrilletado, aunque sí con el cinturón de seguridad en todo momento. Viajará con el resto del pasaje que realice en ese momento el trayecto desde Rumanía a España, aunque los detenidos suelen ubicarse en la zona delantera o trasera de la aeronave y nunca en la parte que coincide con las salidas de emergencia, como indica el propio protocolo.

La subida al avión, la bajada y el traslado desde el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas hasta la cárcel de Cuenca se consideran los puntos más conflictivos en los que Morate podría verse en situaciones de mayor tensión al considerarse ahora el delincuente más buscado en España.

No obstante, a la salida y a la llegada al aeropuerto, se habilitará una zona especial apartada en las comisarías que hay en el interior de las terminales aeroportuarias, ya que el reo tiene que llegar al menos con una hora de antelación al embarque.

Mientras en España ya se están preparando para la posible llegada de Morate, en los juzgados rumanos la defensa del joven conquense evita a toda costa que éste salga del país y regrese a su ciudad natal. El abogado del detenido considera que el detenido corre peligro en nuestro país y por eso dilata el proceso de extradición. Sin embargo, como confirman fuentes de la investigación a este diario, el plazo máximo para que el preso vuelva a España es de sesenta días, aunque «si cuenta con un buen abogado su vuelta a España se puede retrasar, ya que podría alegar problemas de salud» para evitar salir de Rumanía, reconocen estas mismas fuentes. Cabe recordar que el joven superó, hace varios meses, un cáncer que le dejó muy débil, sin la musculatura que cada día a las dos de la tarde trabajaba en un gimnasio cercano a su casa llamado Termalia.

La investigación sigue abierta, pero se da por hecho que Sergio Morate actuó solo el pasado 6 de agosto, cuando Marina acudió a la casa del sospechoso para recoger sus cosas acompañada de su amiga Laura. Si el juez instructor del caso hubiese visto algún otro indicio en los registros policiales que se han venido realizando en las últimas semanas, hubiera enviado alguna comisión rogatoria al juez de Timisoara que instruye el caso de Istvan Horvath, juzgado por encubrimiento de Morate. Eso da idea de que el rumano no participó de forma activa en el asesinato de las dos jóvenes porque no se ha añadido ningún dato fisiológico de éste en los registros de las casas de la familia, aseguran fuentes policiales.

Las labores de investigación en Rumanía permanecen paradas por el momento, a pesar de que el Gobierno español ha trasladado a la zona a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), la misma que se encargó del «caso de Marta del Castillo», para que ayuden en las labores de investigación. La Policía Científica aún no se ha trasladado al lugar donde está el coche de Morate porque la jueza aún no ha dado el permiso para que se rompa su precinto y esperan poder traerlo a España para analizarlo en busca de restos de ADN.