Violencia de género

Mariano Rajoy: «Unidad y determinación contra la violencia hacia las mujeres»

Artículo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

Mariano Rajoy durante una de sus visitas al centro 016 contra la violencia de género
Mariano Rajoy durante una de sus visitas al centro 016 contra la violencia de génerolarazon

En el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, nuestra memoria permanece unida con las víctimas de esta intolerable crueldad, pero de forma singular hoy quiero recordar a las 39 mujeres que, en lo que llevamos de año, han sido asesinadas en España, así como a todos los menores a los que dicha barbarie ha dejado huérfanos. Nuestro dolor se une al de sus familias. Ante un sufrimiento tan terrible como gratuito surge una certeza: el conjunto de la sociedad ha de esforzarse al máximo hasta lograr la completa erradicación de esta lacra.

Para avanzar más rápido en el objetivo de eliminar la violencia contra la mujer, el Congreso de los Diputados ha consensuado una Proposición no de ley con el fin de lograr un Pacto de Estado sobre dicha materia. Esta unidad de posicionamiento político ampliará el concepto de violencia sobre la mujer y dotará de mayor eficacia a las soluciones prácticas para eliminarla.

Afortunadamente, en España hemos avanzado mucho en esta dirección. La labor ha sido intensa durante los más de diez años transcurridos desde la aprobación por unanimidad de la Ley 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. En este periodo de tiempo, y dentro del marco de la Estrategia Nacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, en nuestro país hemos ampliado derechos e impulsado nuevas herramientas de defensa. Hoy, por ejemplo, la legislación contempla a los menores como víctimas directas de la violencia de género y las mujeres tienen acceso a la justicia de manera gratuita y con asesoramiento previo a la denuncia; un asesoramiento que resulta fundamental a la hora de dar un primer paso tan duro como necesario. Llamar al 016 es abrir la puerta a una nueva etapa vital y cada vez son más las que marcan ese número y denuncian. Hoy también son cada vez más las usuarias del Servicio telefónico de Atención y Protección móvil a víctimas (ATENPRO) y, en el ámbito laboral, son un 80% más los empleos con contratos bonificados para ayudar a las víctimas a reconstruir sus proyectos vitales.

A todo lo señalado hemos de añadir un hecho muy importante: la creciente condena social a la violencia contra la mujer. El 92% los españoles la considera inaceptable y el 86% de la población está satisfecha con que haya una legislación específica sobre la materia. La condena social es la mejor arma para romper el silencio cómplice que en ocasiones aún persiste en torno a esta lacra.

En este día resulta oportuno señalar también los motivos para la esperanza. Al ser un atentado contra la misma dignidad humana, un creciente número de entidades de todo tipo están percibiendo que lograr una sociedad sin violencia de género es un objetivo comprendido en la defensa general de los Derechos Humanos, que a todos nos unen e igualan. Y cada vez más personas y más instituciones –en España, en Europa y en el mundo– aportan su trabajo y su talento para erradicar la violencia contra la mujer. Por eso, hoy quisiera reconocer de manera especial la labor diaria que en nuestro país desempeñan entidades sociales, medios de comunicación, empresas y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado; su implicación resulta fundamental a la hora de aportar soluciones a un problema tan profundo como trágico. Hoy también quiero transmitir un mensaje muy importante a las mujeres: no estáis solas. En España contamos con un sistema de respuesta que a nivel judicial y social está considerado por los expertos como uno de los mejores del mundo. Cada vez existen instrumentos más concretos y eficaces que nos permiten afirmar lo siguiente: hay salida, hay futuro. Y para que las mujeres puedan reconstruir sus vidas de forma más eficaz y segura, el Gobierno de España, todas las instituciones del Estado y el conjunto de la sociedad no sólo no retrocederemos ni un milímetro en la defensa de los derechos de la mujer, sino que los seguiremos impulsado con fuerza y determinación, desde la unidad y el mayor de los consensos.