Ciencia y Tecnología

Bienvenido a la hiperconectividad

En una demostración de que el Mobile World Congress ya no trata sólo de dispositivos, este año llega la Cenicienta de la tecnología: 5G. Se busca pulverizar récords de velocidad de navegación. A tener en cuenta: la seguridad

Móviles para fotografiar otro móvil. Los asistentes a la presentación ayer del nuevo G6 de LG no dejaron de tomar instantáneas
Móviles para fotografiar otro móvil. Los asistentes a la presentación ayer del nuevo G6 de LG no dejaron de tomar instantáneaslarazon

En una demostración de que el Mobile World Congress ya no trata sólo de dispositivos, este año llega la Cenicienta de la tecnología: 5G. Se busca pulverizar récords de velocidad de navegación. A tener en cuenta: la seguridad

Con internet sucede algo similar a lo que ocurre con el tráfico: el aumento del número de vehículos, la reducción de sus precios, la fiabilidad cada vez mayo y los motores más potentes han provocado que pasemos de carreteras nacionales a autovías y de coches pequeños a verdaderos monstruos capaces de circular a 200 km/h o llevar hasta cien pasajeros a bordo.

Más de 30 años atrás, surgió la 1G, la telefonía móvil de primera generación. De acuerdo con cifras del World Bank, en aquellos años, 1 de cada millón de habitantes en el planeta tenía un móvil. En los años 1990, cuando llega el 2G (por la necesidad de transmitir más datos) el número de teléfonos había aumentado a dos cada 10.000 habitantes. Llegamos al año 2000 y el 3G, nacido dos años antes, ya conectaba a 12 de cada mil habitantes, mediante, voz, mensaje e internet. En 2008, con la llegada del 4G, la cifra de móviles se había quintuplicado. A eso se le sumaban otros «cacharros» conectados a la red: aquel mismo año, éstos eran más que todos los habitantes del planeta, según Cisco. Y en 2020 la cifra se elevará a 50.000 millones, 500 de ellos coches autónomos.

Así, no es extraño que sea imperativo pasar de los caminos de tierra de los años 1990, a autovías de cinco carriles en la actualidad: internet cada vez genera más tráfico. Hay electrodomésticos, wearables, sensores, coches, consolas... Hoy es difícil que algo no esté conectado a la red. Hoy, 20 hogares normales generan más tráfico de internet que toda la red en 1998 (Cisco dixit).

El MWC será el palacio en el que se presente la tecnología 5G, la Cenicienta que muchos esperan. Decir que la descarga o subida de películas en alta resolución pasará de una hora a cuestión de segundos es apenas entrar en materia. Algunas compañías ya han comenzado a hacer ensayos. Samsung ha probado, con tres ordenadores portátiles dentro de un vehículo en movimiento, la visión en streaming de películas. No hubo fallos en ninguno. Verizon, la operadora de telefonía, hizo un test similar, pero en un hogar. Allí había 6 televisores 4K proyectando simultáneamente series y películas desde internet y un número similar de tablets también conectadas. No se detectaron errores ni retrasos.

En España, Telefónica usará el MWC para mostrar cómo va aimplementar el la tecnología 5G, mientras Orange busca alcanzar, en directo, un nuevo récord de velocidad de navegación con fibra óptica: 10 Gbps simétrica(tanto en bajada como en subida). ¿Qué significa todo esto? La hiperconectividad que llega con el 5G no solo es una autopista para los miles de millones de dispositivos que estarán conectados a la red y forman la anatomía de la Internet de las Cosas. Tampoco involucra exclusivamente una nueva era en los videojuegos online y en los que utilizan la Realidad Aumentada o Virtual. El uso de 5G hace desaparecer casi por completo la latencia, los retrasos. La información y el intercambio de la misma, será instantáneo. Eso significa que los miles de datos que genera a diario un hogar inteligente, nos llegarán al centro de mando en el momento y la orden (abrir puerta, apagar fuego, cambiar termostato) se ejecutará al instante. Y, más importante aún, el uso de robots en medicina, que obedecerán instrucciones de humanos a distancia, no sufrirán retraso alguno y aumentarán aritméticamente la fiabilidad de los mismos. Se abre una nueva era en tecnología que impactará en medicina, transporte, ocio, comunicaciones y permitirá que el ciudadano de a pie pueda sacar partido del Big Data, ya que las máquinas aprenderán más y mejor de nuestras costumbres.

¿Donde está la letra pequeña? Muy buena pregunta: la seguridad. Todo este caudal de información y la velocidad de circulación es muy positiva, siempre y cuando los fabricantes de los dispositivos conectados eleven su estándar de seguridad para evitar la posibilidad de hackeo, algo que es muy sencillo como hemos comprobado en los últimos tiempos. No basta con construir autovías y regalar Ferraris, también hay que poner barreras en los laterales y usar un asfalto de la mejor calidad para evitar que se produzcan accidentes de circulación. Y en eso, todavía vamos muy lento.