Seguridad Vial

«Nuestras carreteras están entre las mejores del mundo»

El secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, defendió que el estado de conservación de la red viaria española es muy superior al que tienen muchos de los países de nuestro entorno

El secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda y presidente de Enaire durante su intervención en el Foro de Infraestructuras y Seguridad Vial organizado por LA RAZÓN
El secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda y presidente de Enaire durante su intervención en el Foro de Infraestructuras y Seguridad Vial organizado por LA RAZÓNlarazon

El secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, defendió que el estado de conservación de la red viaria española es muy superior al que tienen muchos de los países de nuestro entorno.

España puede sacar pecho por contar con una de las mejores redes de infraestructuras del mundo. Una red que se ha ido tejiendo a lo largo de los años y que adquirió velocidad de crucero gracias a los fondos europeos que España ha sabido aprovechar. Según el Foro Económico Mundial en su Informe «Global de Competitividad 2014-2015», nuestro país es uno de los diez del mundo con mejores infraestructuras, ocupando el puesto noveno del ranking general.

Nuevamente, la red de transporte ferroviario, los puertos y aeropuertos españoles se colocan entre los primeros en calidad elevando la competitividad del país. Cuestiones que se debatieron en el Foro de Infraestructuras y Seguridad Vial organizado por LA RAZÓN y que inauguró el secretario de Estado e Infraestructuras, Transporte y Vivienda y presidente de Enaire, el gestor de navegación aérea de España, Julio Gómez-Pomar. Un acto que coordinó el director de LA RAZÓN, Francisco Marhuenda y moderó el Redactor Jefe del Suplemento Tu Economía, Juan Delgado.

Julio Gómez-Pomar asumió su cargo en octubre de 2014, y fue ratificado en 2016 por el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. En esta nueva etapa, ha tenido que hacer frente a la caída de la licitación pública y a la situación concursal que afrontan las autopistas de peaje, y ha sido testigo de la fuerte concentración de accidentes que se producen en la red convencional de carreteras españolas. En 2015, según los datos publicados por la Dirección General de Tráfico, ocho de cada diez fallecidos en carretera se produjeron en este tipo de vías.

Durante su intervención, Francisco Marhuenda hizo un breve repaso de cómo eran las infraestructuras españolas hace unos años. Las calificó de «terroríficas» y recordó lo que suponía atravesar el país: «Era una labor titánica». «En los últimos años se han hecho cosas extraordinarias que nos han permitido una gran movilidad por todo el territorio nacional, pero la seguridad vial siempre ha sido una lacra. El Gobierno lo está haciendo razonablemente bien, como diría el presidente del Gobierno, y prueba de ello es que la economía va avanzando a pesar de los sobresaltos de Cataluña», añadió el director de LA RAZÓN.

A la pregunta de qué le falta a las infraestruturas españolas para ser las mejores del mundo, el secretario de Estado de Infraestructuras respondió que, «hoy en día tenemos una apuesta muy grande por el ferrocarril. La preocupación del Ministerio de Fomento es la movilidad y en el tráfico ferroviario se están haciendo grandes inversiones. La calidad de nuestras infraestructuras, para un tamaño de país de 500 millones de kilómetros cuadrados, es muy elevado. Si hablamos de las viarias tenemos las mejores del mundo, con una extensa red de carreteras convencionales, de vías de gran capacidad, y con una calidad y reconocimiento internacional muy alto. Pero también nos encontramos entre los mejores en la red aeroportuaria».

Presupuestos

En 2017, prácticamente la mitad del presupuesto del Ministerio de Fomento irá a la red ferroviaria, con 4.471 millones de euros (el 50% más de lo ejecutado en 2016); a carreteras se destinarán 2.212 millones (23,7% más); a puertos, 1.029 millones (11,5% más) y a aeropuertos 809 millones de euros. «Mantener una red extensa de carreteras supone un gran esfuerzo, estamos hablando de casi 17.000 kilómetros de vías de gran capacidad, además de 26.000 kilómetros en la red general y muchos más kilómetros en lo que respecta a la red autonómica o municipal. Prácticamente se destina a nueva inversión el 50% de los recursos de la Dirección General de Carreteras y el 50% al mantenimiento de la red. Es más, para el ejercicio 2017 la asignación para el mantenimiento es superior a la asignación para la nueva inversión presupuestaria», apuntó Gómez-Pomar.

A la seguridad vial de nuestras carreteras, el secretario de Estado de Infraestructuras le dedicó un capítulo especial. Entre los objetivos asumidos por el Gobierno, está el de reducir a la mitad en 2020 tanto el número de fallecidos en carretera, como las lesiones causadas por accidentes de tráfico (compromiso asumido en el marco de Naciones Unidas) y llegar a las cero víctimas en accidentes de tráfico (fallecidos o heridos) en 2050. «La cooperación entre el Ministerio de Fomento y el de Interior a través de la Dirección General de Tráfico es plena. Cada uno utiliza un tipo de indicadores de seguimiento para conocer la situación de seguridad». En este sentido y a la pregunta de cuántos tramos de concentración de accidentes o puntos negros se han eliminado, el secretario de Estado respondió que, «estamos hablando de 86 kilómetros en una red de carretera extensísima, por tanto hay que situarlo en una fracción muy pequeña. Pero nuestro objetivo cuando hablamos de tramos de concentración de accidentes, es que los ciudadanos los conozcan, y tengan una señalización clara para circular con mayor precaución por ellos. Por otro lado, esa labor de identificación nos permite conocer si hay que hacer obras de pavimentación, de repintado, de mejora de la señalización vertical, algún tipo de nuevo trazado en alguna zona, etc. En definitiva, es una vía de mejora permanente y de advertencia a los ciudadanos para que conduzcan con mayor cuidado por esos tramos».

En la misma temática, Gómez-Pomar respondió a la pregunta de cómo garantizar que las carreteras convencionales sean más seguras. «La localización de los tramos de concentración de accidentes se reparten entre las vías de alta capacidad y el resto de la red de una manera muy proporcional, pero es evidente que la seguridad es más elevada cuando se circula en carriles de una sola dirección. Por tanto, lo más importante es que se respete la señalización, porque las infraestructuras están diseñadas para unas velocidades de circulación determinadas y, en este sentido, hacemos todo lo posible por ofrecer la mayor seguridad y confianza a los conductores». Para muchas poblaciones, las carreteras convencionales constituyen la única vía de comunicación. Son el único medio capaz de asegurar la accesibilidad y movilidad en casi 8.000 municipios y representan el 90% de la red de carreteras de España.

Bajo el argumento de que no falta quien responsabilice de los accidentes de tráfico al estado de las carreteras, Gómez-Pomar defendió su estado de conservación. «Es muy superior al que tienen mucho de los países de nuestro entorno. Pero es verdad que es una red muy extensa, donde conviven carreteras municipales y autonómicas con las carreteras del Estado. Todo lo que hagamos en mantenimiento es dinero bien invertido, pero insisto en que la calidad de nuestras infraestructuras es muy alta, y los tramos de concentración de accidentes representan una mínima fracción de kilómetros respecto a lo que es la extensión de la red».

Corredor mediterráneo

El corredor ferroviario mediterráneo fue otro de los temas que abordó Gómez-Pomar en la mesa de debate. La idea de este corredor ferroviario es que conecte el litoral este español con Francia y el centro y norte de Europa. «Yo siempre digo que es una prioridad para el Gobierno y prueba de ello es que, del presupuesto que hay para este corredor, de 17.000 millones de euros, llevamos invertidos 13.000 millones. Estamos en un punto en el que prácticamente se han concluido los trabajos, que permitirán por un lado que la alta velocidad llegue a Murcia, que haya alta velocidad entre Valencia y Castellón, una comunicación mucho más rápida desde Murcia hasta la frontera francesa en unas fechas muy próximas. Y dentro de unos años entre Almería y la frontera francesa, y también un tráfico de mercancías pleno con los puertos españoles del litoral mediterráneo. Cuando esté concluída, podrán disfrutar del corredor tanto pasajeros, como la actividad económica, las exportaciones y todo el tráfico que, a través de los puertos, se canalice a través del corredor mediterráneo».

Como último mensaje el secretario de Estado de Infraestructuras dijo que, «debemos sentir orgulloso de nuestro nivel de infraestructuras». Señaló que es «fruto del esfuerzo y contribución de todos los ciudadanos», y al mismo tiempo recomendó «que se conduzca con precaución y que se respeten las normas».