Madrid

Sentinel, el satélite del cambio climático

Fotografía facilitada por la Agencia Espacial Europea (ESA) que muestra el despegue del Sentinel-3A
Fotografía facilitada por la Agencia Espacial Europea (ESA) que muestra el despegue del Sentinel-3Alarazon

La Agencia Espacial Europea (ESA) ha puesto en órbita su satélite más «ecológico», el Sentinel 3-A, que forma parte de su programa Copérnico dedicado a hacer un «chequeo» completo de la salud medioambiental de nuestro planeta.

Según informa la Agencia Espacial Europea (ESA) en una nota de prensa, Sentinel-3A se dedicará, principalmente, a la monitorización de los océanos, prestando atención a la altura de su superficie, el color y su temperatura.

Medir estos tres parámetros es muy importante en el estudio del cambio climático, que es uno de los aspectos principales cubiertos por el programa Copérnico. El satélite también prestará atención a los usos del terreno y a su temperatura, detectando incendios forestales y vigilando tanto la energía liberada por ellos a la atmósfera, como los daños causados en la vegetación.

En su faceta de estudio de los océanos, la misión dará continuidad a la serie histórica de datos sobre el nivel del mar y su temperatura iniciada hace más de veinte años, lo que resulta fundamental para ampliar los datos sobre el cambio climático.

Y no sólo eso. José Moreno, profesor de Física de la Tierra de la Universidad de Valencia, apunta que Sentinel-3A “también mide el oleaje y el viento, lo que permite obtener la topografía marina y detectar variaciones en el aumento del nivel del mar”.

Ese aumento se mide, asimismo, estudiando la temperatura de la superficie oceánica, algo que el satélite hará obteniendo mapas globales de temperatura marina cada dos o tres días. Es uno de los aspectos más relevantes en los estudios del cambio climático y, para ello, Moreno explica que las mediciones deben tener “un error de una décima de grado en dos medidas separadas por diez años”.

Sentinel 3-A, al igual que el resto del programa Centinela, se utilizará como referencia para misiones futuras como, en este caso, FLEX, perteneciente al programa Exploradores de la Tierra, y que será lanzada en 2021 para volar unos kilómetros por delante de Sentinel-3A, en su misma órbita. De esta manera, aprovechará los datos obtenidos por éste y obtendrá mediciones mucho más precisas.

El satélite Sentinel-3A, con una masa de 1.150 kg, fue puesto en órbita por un lanzador Rockot que despegó a las 17:57 GMT (18:57 CET, 20:57 hora local) del 16 de febrero desde el cosmódromo ruso de Plesetsk, según explica la ESA.

La etapa superior del Rockot se encendió por primera vez cinco minutos después del despegue, y en una segunda ocasión unos 70 minutos más tarde, antes de liberar a Sentinel-3A en la órbita prevista, a 815 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. La separación del satélite se produjo en el minuto 79 del vuelo.

La primera señal de Sentinel-3A se recibió a través de la estación de Kiruna, Suecia, 92 minutos después del despegue. A continuación, los controladores del centro de operaciones ESOC de la ESA en Darmstadt, Alemania, activaron el control de actitud y establecieron los enlaces de telemetría que les permitirán evaluar el estado del satélite tras el lanzamiento.

Este satélite forma parte de la tercera de las seis misiones que compondrán el núcleo del programa europeo de monitorización medioambiental, Copérnico, que se basa en los datos recogidos por los satélites Sentinel y en las contribuciones de otras misiones para ayudarnos a gestionar mejor nuestro entorno y a salvaguardar nuestras vidas cotidianas. Sentinel-3 transporta un conjunto de instrumentos de última tecnología diseñados con este fin.

“Este es el tercer satélite Sentinel lanzado en menos de dos años – un hito ciertamente especial. También marca el inicio de una nueva era para los servicios del programa Copérnico: Sentinel-3 proporcionará todo un abanico de nuevos datos con una cobertura sin precedentes sobre los océanos”, añade Volker Liebig, Director de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA.