Transporte

Un camión cargado de cerveza y sin conductor

Recorre 200 kilómetros por una transitada carretera de Colorado (EE.UU.) sin conductor al volante y guiado sólo por un programa de computación, en el primer experimento de este tipo en el mundo

Un camión autónomo con una carga de cerveza recorrió unos 200 kilómetros por una transitada carretera de Colorado (EE.UU.) sin conductor al volante y guiado sólo por un programa de computación para entregar la mercancía.

El camión, de cuyo viaje se informó este martes aunque tuvo lugar la semana pasada, se ha convertido en el primer vehículo de uso comercial en el mundo de estas características.

El transporte discurrió por la carretera Interestatal 25, entre las localidades de Fort Collins y Colorado Springs de norte a sur, e incluyó el complicado y siempre congestionado tramo que atraviesa Denver, la capital del estado de Colorado.

El vehículo, un camión con remolque de la empresa Otto (subsidiaria de Uber), transportó unas 50.000 latas de cerveza para la compañía Anheuser-Busch, en lo que se considera como «un éxito increíble» y «una muestra de lo que es posible» con la tecnología actual, según Lior Ron, cofundador de Otto.

Otto, que en agosto pasado fue comprada por Uber para desarrollar tecnologías específicamente para el transporte autónomo de cargas, fue fundada este año por cuatro exempleados de Google que antes trabajaban en esa empresa en proyectos de automóviles autónomos.

El responsable de Estrategias Logísticas en Anheuser-Busch, James Sembrot, afirmó que estas tecnologías se verán «ampliamente usadas en las carreteras de todo el país» y que su resultado será «mejorar la seguridad de todos los usuarios» de esas vías.

El camión autónomo, con un total de 18 ruedas, sólo se encargó del viaje por la carretera, ya que antes de acceder a ella y después de salir de la Interestatal 25 un conductor profesional estuvo al volante.

Ese mismo conductor, añade el comunicado de Otto, permaneció dentro de la cabina del vehículo durante todo el viaje, junto a miembros de la Patrulla de Caminos de Colorado, que se mantuvieron en alerta durante la experiencia piloto.

Según Ron, en «el futuro previsible» seguirá habiendo chóferes humanos dentro de las cabinas de los camiones autónomos, aunque no sentados en el tradicional asiento del conductor.

El camión de Otto viajó a unos 90 kilómetros por hora de media para prestar un servicio de unas dos horas de duración por el que se pagaron 470 dólares, por lo que se le considera el primer vehículo autónomo que genera ingresos directos para su empresa.

Como en el caso de otros avances tecnológicos recientes, como los drones, aún no existen leyes que regulen el uso de vehículos de carga autónomos ni su presencia en las carreteras, que depende de las condiciones del tráfico o del clima.

No obstante, Ron confía en que su empresa contará en los próximos meses con varios camiones autónomos por las carreteras de Estados Unidos.