Ángel Teruel: «Mi mayor deseo es ganarme el respeto del mundo del toro»

Ángel Teruel se prepara con fuerza para su próxima gran cita, el día 15 en la plaza de Las Ventas, con motivo de la Festividad de la Virgen de la Paloma, a quien pide que le eche un par de capotes. El madrileño reaparece en su plaza con ilusión después de caer herido en su última aparición en el mismo escenario, en la Goyesca del Dos de mayo.

–¿Llega preparado a su cita en Madrid?

–He estado en Andalucía, junto a mi tío Pepe Teruel, en la ganadería de Santiago Domecq, en la de Fuente Ymbro y en la de Fermín Bohórquez, donde me echaron tres novillos para lidiarlos como si estuviera en la plaza. Quiero agradecer, desde aquí, la hospitalidad de los ganaderos que me han atendido, porque estando la temporada tan avanzada, han suplido que apenas haya vacas para ayudarme y que mi preparación sea más correcta, además de la amistad que mantienen con mi familia. También he tentado en Montealto, pero sobre todo me he preparado físicamente y toreando de salón, ya que no es época de tentaderos.

–¿Cómo afronta este compromiso tan importante?

–Estoy muy responsabilizado. Sé que es un día emblemático, para mí, para la plaza de Madrid y para su afición.

–El aspecto psicológico influye mucho de cara a tardes importantes. ¿Cómo se encuentra?

–Estos días en los que he estado al lado de mi tío Pepe Teruel, he cogido mucha confianza. Me ha hablado de toros como nadie nunca lo había hecho, por lo que he cogido mucha moral, deseo y ganas de torear.

–¿La cita le quita el sueño por las noches?

–Tengo la conciencia tranquila, pienso que tengo que resolver mi problema, mi porvenir y después echar la moneda al aire. Creo que saldrá de cara, pero no hay que anunciar nada antes de pisar el ruedo, porque no se puede saber lo que ocurrirá.

–Imagino que está totalmente recuperado del percance del Dos de mayo.

–He estado mucho tiempo con mi fisioterapeuta, ejercitándome y haciendo estiramientos para poder realizar bien los movimientos del toreo. Todavía me quedan secuelas de la cornada en la pierna, ya que perdí la sensibilidad porque el pitón me tocó el nervio del aductor, pero cuando firmas un contrato y te comprometes a ponerte delante del toro, tienes que estar de la mejor manera.

–Compartirá cartel con Frascuelo y Javier Jiménez, en el día de su confirmación, con toros de Santiago Domecq... ¿Qué le parece?

–Me gusta mucho el cartel, la fecha y la ganadería, que se ha hecho eco de varios triunfos. Creo que la afición reconocerá algo tan importante como reaparecer dos meses y medio después, en el mismo escenario donde sufrí la cornada el dos de mayo. Creo que demuestra mi gesto y compromiso conmigo mismo, con la plaza de Madrid y con la profesión. Ésa es mi actitud y mis ganas de reaparecer donde fui herido.

–Dígame cuál es su mayor deseo para esa tarde.

–Un torero asume que, dependiendo de lo que salga, no podemos llevar nada ensayado, porque dependemos de cómo vaya todo. Ante todo, mi mayor deseo es ganarme el respeto del mundo del toro, de los profesionales, de la Prensa, de los grandes aficionados y los taurinos de verdad para situarme en el lugar que pretendo y no defraudar el apellido de la dinastía torera a la que pertenezco.

–¿De qué manera se enfrentará a las horas previas a hacer el paseíllo?

–Estaré tranquilo. La tarde tiene una gran responsabilidad reapareciendo en Madrid, ya que, para bien o para mal estoy en el mejor escenario. Si la tarde es para bien tendrá mucho más eco que si sucede en otro lado...