Redes sociales

La otra muerte de Víctor Barrio

El rapero Pablo Hasel y tuiteros antitaurinos se burlan de la muerte del torero y atacan a la viuda en las redes sociales. La profesión anuncia querellas

La otra muerte de Víctor Barrio
La otra muerte de Víctor Barriolarazon

La Fundación del Toro de Lidia anuncia que emprenderá acciones legales contra los que se han mofado del torero

La náusea. Por si no era suficiente el dolor producido por la muerte del torero segoviano Víctor Barrio en el coso de Teruel, su familia, los amantes de la Fiesta y cualquier ser humano que se precie de serlo, pero sobre todo su familia, han tenido que soportar las burlas, faltas de respeto, injurias y hasta la incitación a la violencia de unos energúmenos que utilizan las redes sociales para vomitar la negrura de sus entrañas. Apenas tres horas después de que se certificara la muerte de Barrio, Pablo Hasel, rapero, graduado en burradas tuiteras, y amigo de Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, tuiteaba (piaba, en castellano), escondido tras un perfil, que «si todas las corridas de toros acabaran como las de Víctor Barrio, más de uno íbamos a verlo». Desgraciadamente, entonces, se contaban por miles los anónimos que se congratulaban de una muerte. Uno de los comentarios más desproporcionados lo realizó en Facebook un hombre llamado Vicent Belenguer, maestro de profesión. O eso dice él. No contento con manifestar la bajeza moral de alegrarse porque un hombre haya perdido la vida, le desea la muerte a su familia y amenaza con profanar su tumba.

Tanto el rapero como el maestro ya han sido denunciados en comisaría por incitación al odio, así como por injurias y calumnias. Es la primera de las acciones que va a realizar la Fundación del Toro de Lidia, que hoy presenta ante los medios de comunicación un dossier con todos los perfiles que han hecho comentarios vejatorios. Además, la Fundación se ha puesto a disposición de la familia de Barrio para tomar las medidas que estimen oportunas y, sobre todo, evitar que tengan que leer lo que se está escribiendo. «Muchos de estos tuits y mensajes que circulan por las redes sociales constituyen verdaderos delitos de injurias, penados hasta un máximo de hasta 14 meses, viéndose agravados por la publicidad que de los mismos se hace con su difusión en redes sociales, así como delitos de calumnias», explican desde la citada fundación, que añaden a LA RAZÓN que van a ir «tuit por tuit y por todas las vías».

También en Twitter se han podido leer mensajes como los siguientes:

#DEPVictorBarrio Te crees con mas derecho a la vida q los animales ? Hoy es festivo

#DEPVictorBarrio un maltratador, torturador y asesino de animales no merece un DEP

Gente indignándose por que muchas personas se alegran por su muerte, es normal cuando se trata de un asesino ☺ ojo por ojo #DEPVictorBarrio

#DEPVictorBarrio Vosotros os alegrais cuando muere un toro y yo me alegro cuando muere un torero . Fiestaaaa !!

Todas las expresiones y faltas de respeto ante la muerte de una persona son reprobables, pero el infierno lo alcanzó una mujer que responde en Twitter con el nombre de Lara García Constanzo, que decidió responder al tuit de dolor de Raquel Sanz, la viuda de Víctor, diciendo que «la vida fue muy justa» y que «su marido recibió lo que merecía», junto con algún que otro insulto. Aunque no quisiera, Raquel tuvo que soportarlo. Así son las menciones en Twitter. Ante los reproches, la mujer siguió en su descenso a la bajeza moral hasta que la red social le cerró la cuenta.

La indignación que ha generado la falta de sensibilidad, empatía y de humanidad que explotó en las redes sociales quedó expresada en la opinión del otrora estrella televisiva Frank Cuesta, más conocido por «Frank de la Jungla»: «Los que os alegráis de la muerte de un torero no sois más amantes de los animales, sino peores personas. Las peleas de frente #DEPVictorBarrio». Y es que, por fortuna, no todo es náusea. Así lo confirman los que llenaron de ánimos, abrazos, oraciones y apoyos los perfiles sociales de Raquel, que ella misma se encargó de difundir. Caricias que consuelan las dos muertes de su Víctor Barrio.