Feria de San Fermín

La vida en blanco y rojo: La casa de la misericordia

Aunque el cronómetro se paró a los 2:40 minutos, los seis astados pisaron el ruedo a los 2:05. Ocho mozos resultaron heridos, dos de ellos por asta de toro
Aunque el cronómetro se paró a los 2:40 minutos, los seis astados pisaron el ruedo a los 2:05. Ocho mozos resultaron heridos, dos de ellos por asta de torolarazon

Hablar de toros en los días de San Fermín pasa necesariamente por la Casa de La Misericordia. Institución benéfica que organiza las corridas sanfermineras gracias a la generosidad apasionada de la comisión taurina que busca mantener el prestigio de una plaza de primera. Es la Feria del Toro, tan radical que vertebra la Bullanga jaranera de la ciudad en julio. Cuentan que los de La Meca se pagan de su bolsillo los viajes para ver ferias y ganado en el campo, que pagan mejor que nadie y el día del espectáculo, y que mantienen una posición insobornable sobre la presentación y trapío de los astados que corren por la mañana y luego se lidian en el coso. Y este 2017, a expensas de la miurada, se ha mantenido el tipo. Nos encanta hablar de personajes pamploneses, y qué mejor homenaje que al auténtico rey como es el toro de lidia. Pese a quien pese, incluidos a los que se embadurnan de rojo el 5 de julio por sus convicciones animalistas, estamos ante una tradición de poderosa raíz popular y que se respeta y se valora aquí como en ninguna parte del mundo. La dimensión planetaria de los Sanfermines no la da el chupinazo o las borracheras, sino la imponente presencia de los bureles en el encierro matutino y en la corrida vespertina. Me atrevo a decir que sin toros estas fiestas serían tan discretas que no merecerían mucha atención. El encierro de la mañana, rápido, compacto, con los tristes percances de quienes corren, un episodio más de una emoción vibrante y desde luego única. Ignacio Cía, José María Marco, Eugenio Salinas y Mariano Pascal son los cuatro evangelistas del toreo que permiten que la seriedad y la dignidad de esta plaza de primera sea una garantía cada serial pamplonica. Pura seriedad navarra. Y aquí, para replicar a los que dicen que la fiesta de los toros recibe ayuda pública, es lo que genera la tauromaquia lo que reciben personas necesitadas y humildes gracias a la silenciosa labor de la Casa de Misericordia pamplonesa.