Morante y Joaquín, en los encierros de La Puebla

La localidad sevillana de La Puebla del Río volvió a acoger el domingo un encierro de reses bravas, dentro de la programación de las fiestas de San Sebastián, promovido por el diestro Morante de la Puebla, que ha colaborado con el ayuntamiento para reeditar un evento que ha desbordado las previsiones de participantes.

Las reses fueron soltadas algunos minutos después del preceptivo chupinazo -disparado por el futbolista bético Joaquín- que sonó en la esquina del Reloj del antiguo ayuntamiento de La Puebla algunos minutos después de las doce del mediodía en medio de un enorme gentío.

La imagen de San Sebastián fue sacada en su paso y colocada en un lugar privilegiado del vallado para presidir simbólicamente el acontecimiento.

Más de 20.000 personas han llenado las calles de la localidad desde primeras horas de la mañana, según fuentes municipales, que han señalado que problemas de tráfico retrasaron la bajada de las reses hasta las 12.30 horas.

El encierro ha sido limpio, de unos seis minutos de duración y ha deparado carreras emocionantes de los mozos.

El recorrido, idéntico al de los años anteriores, abarcó una extensión aproximada de 700 metros que separaban los corrales habilitados de la plaza portátil instalada en la explanada de las antiguas cocheras del tranvía.

Al finalizar la bajada de los novillos, fue soltada una vaca para el recreo de todos los aficionados, que se han trasladado después a la paella popular organizada en el parque de la localidad para más de 2.000 personas.

Los novillos soltados, marcados con el hierro de Zalduendo, serán estoqueados por la tarde por los jóvenes novilleros Rodrigo Pipío, El Lauri, Jesús Cuesta y Álvaro Romero.

El evento ha recuperado las fechas de las tradicionales fiestas de San Sebastián, en torno al 21 de enero, para encuadrar el programa lúdico que en 2016 tuvo que ser retrasado por problemas de agenda del Morante de la Puebla, inmerso en la campaña americana.